La población inmigrante que elige Galicia como destino consolidó en el 2006 su efecto como colchón que amortigua el impacto de la crisis demográfica que atraviesa la comunidad desde la década pasada. El censo de extranjeros que residen en Galicia creció el año 2006 en 7.267 personas, hasta situarse en 81.023; sin embargo, la población global sólo aumentó en 3.817, con lo que alcanza ya 2.771.341. La llegada de personas nacidas en otros países evita, por tanto, que Galicia pierda 3.450 habitantes.


Estas variaciones, publicadas ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), corroboran el letargo de la demografía gallega, que sólo crece más que la de las comunidades vecinas de Asturias y Castilla y León. La trascendencia de la entrada de inmigrantes en Galicia resulta mucho más significativa por esa contribución como factor de equilibrio de un saldo vegetativo en crisis – en el 2005 fallecieron 8.212 gallegos más de los que nacieron – que por su peso poblacional. Los 81.023 extranjeros que contabiliza el INE en Galicia a 1 de enero del 2007 representan el 2,9% de los habitantes de las cuatro provincias, apenas dos décimas más que en el ejercicio anterior.


La distribución provincial sitúa a Pontevedra como la principal receptora de inmigrantes (31.729), seguida de A Coruña (27.906), Ourense (12.405) y Lugo (8.983). Lo más llamativo es que Ourense con casi 20.000 habitantes menos que Lugo tiene empadronados 3.422 extranjeros más. De hecho, la provincia interior es la que acapara más población nacida fuera de España, un 3,68% del total; frente al 3,34% de Pontevedra; el 2,53% de Lugo; y el 2,46% de A Coruña.


La pujanza mediterránea


La comparación del balance gallego con el resto del Estado pone de relieve el escaso poder de atracción de esta comunidad. Sólo Extremadura tiene una proporción de inmigrantes inferior al 2,9% de Galicia: 29.068, que equivalen al 2,7% del censo autonómico general. La media española está en un extranjero por cada diez habitantes, si bien Baleares (18,4%), Comunidad Valenciana (14,9%), Región de Murcia (14,4%), Madrid (14,1%) y Cataluña (13,4%) superan ese porcentaje con creces. En este sentido, el estudio del INE ratifica la fotografía de años precedentes, en cuanto a la mayor afluencia de inmigrantes en las comunidades con economías más pujantes. El contraste entre el número de extranjeros que apuestan por empadronarse en el noroeste y los que eligen la fachada mediterránea vuelve a ser evidente.


Los principales países de procedencia de la población inmigrante que recibe Galicia son Portugal (15.470), Colombia (8.014), Argentina (5.469), Marruecos (4.006) y Uruguay (4.004). En el conjunto de España, que alcanza ya los 4.482.568 inmigrantes, el primer país de origen es Marruecos (576.344), seguido de Rumanía (524.995), Ecuador (421.384) y el Reino Unido (314.098).


Retorno de emigrantes


Además de la llegada de extranjeros, el otro factor que está paliando la brecha demográfica es el retorno de emigrantes. Según la Secretaría Xeral de Emigración, entre el 2000 y el 2005 regresaron a su tierra 48.063 gallegos que residían fuera de España. La tendencia es a la baja. En el 2005 retornaron 6.779, cuando en el 2002, en plena crisis argentina del corralito, lo hicieron 10.050.