MADRID. La población extranjera empadronada en el País Vasco ha aumentado un 14,69% en el último año. Este incremento, pese a ser el cuarto mayor de toda España, sigue ubicando a la CAV a la cola en cuanto a recepción de inmigrantes, ya que sólo suponen el 4,6% de su población.

Según el avance del Padrón Municipal elaborado por el Instituto Nacional de Estadística, el pasado 1 de enero había empadronados en el País Vasco un total de 98.108 extranjeros, 12.566 más que en 2006. El incremento porcentual es mayor que el de la media estatal (8,17%) y sólo Melilla (30,3%), Castilla – La Mancha (19,7%) y Aragón (17,3%) registraron aumentos más importantes.

Sin embargo, el número de inmigrantes en Euskadi sigue siendo muy pequeño en comparación con el resto de comunidades autónomas y la sitúan, un año más, como la quinta comunidad con menor porcentaje de extranjeros, por detrás de Extremadura, Galicia, Asturias y Ceuta.

Uno de cada diez habitantes de España nació dentro de otras fronteras. La llegada masiva de inmigrantes en los últimos años ha cambiado la faz del país y su composición demográfica. Los extranjeros suman el 9,9% de la población, 4,48 millones de personas del total de 45,12 millones de habitantes en que cifra el Padrón Municipal de 2007 el vecindario español. Las mujeres son el 50,6% de los empadronados frente al 49,4% de hombres.

Un buen termómetro

El padrón es el mejor termómetro de la creciente presencia foránea y la conversión de España en uno de los países con mayor flujo migratorio del mundo. En una década la cifra de extranjeros empadronados se ha multiplicado prácticamente por diez, de los 542.000 de 1996 a los casi 4,5 millones de hoy, de representar el 1,38% del total, al 10% actual.

De hecho, la inmigración se ha convertido en el principal factor de crecimiento demográfico y siguen siendo los recién llegados los que copan todo el aumento del padrón. Durante 2006 el número de españoles empadronados creció apenas un 0,17%, 70.000 en cifras netas, frente al 8,17% de los extranjeros (338.000). De estos últimos, un 19,26% proceden de países recién adheridos a la UE, en especial Rumania, Polonia y Bulgaria.

Este hecho, la ampliación de la UE a 27, ha cambiado el ranking de naciones de procedencia de los inmigrantes, sea cual sea su estatus legal. La llegada constante de rumanos – hay cerca de 525.000 – ha aupado al colectivo de la UE – 27 al primer puesto, con 1,7 millones en total. En este capítulo entran también los británicos residentes en España, más de 314.000; alemanes, casi 164.000; e italianos, unos 135.000.

Más comunitarios

En términos comparativos, los extranjeros comunitarios han ganado peso demográfico, en detrimento de los procedentes de terceros países. Salvo los bolivianos, con un flujo importante durante todo 2006 hasta sumar unos 200.000 oriundos del país andino, las nacionalidades que más aumentan su peso relativo en el conjunto de extranjeros son las que no tienen obligación legal de renovar su inscripción en el padrón. En especial rumanos, unos 118.000 más en 2006, y británicos, 39.000 adicionales.

Entre los extranjeros no comunitarios, los marroquíes siguen a la cabeza, más de 576.000. Después, los ecuatorianos, con más de 421.000, y colombianos, casi 259.000. Les siguen los bolivianos y después los argentinos, con unos 140.000. Paraguayos, bolivianos, polacos y rumanos fueron las nacionalidades con mayores incrementos relativos.

Las autonomías que más población sumaron fueron la Comunidad Valenciana (casi 68.000 vecinos más), Andalucía (64.000), Cataluña (cerca de 62.000) y Madrid (53.000), aunque en términos relativos las mayores subidas se registraron en Melilla, Baleares y Castilla – La Mancha.

Las comunidades con mayor proporción de extranjeros en sus municipios son Baleares (18,4%), Valencia, Murcia y Madrid, las tres por encima del 14%. Extremadura, Galicia, Asturias, Ceuta, Euskadi, Cantabria y Castilla y León están la cola, con menos de un 5% de foráneos. COLPISA