A.C./

TOLOSA. DV. «¿A qué Dios rezas? ¿Viniste en patera? ¿Dejaste familia en Marruecos?…». Éstas son algunas de las preguntas que formularon los alumnos de Hirukide a Rachid El Abioui, mediador intercultural de origen marroquí. Rachid es psicólogo y lleva 8 años en diferentes puntos de España y tres meses en Gipuzkoa con el fin de facilitar la integración a la población inmigrante.

Rachid respondió a las preguntas de los chicos de Hirukide y comentó que llegó a España de una forma «administrativamente» ilegal, porque todas las personas deberían de tener derecho a vivir donde quieran, tal como argumentó el mediador. Explicó que fue superando etapas poco a poco, aunque reconoció que el camino no ha sido fácil. «Imaginaros a vosotros mismos abandonando vuestro país con 12 años dejando a los amigos y la familia atrás, hacia un país donde no conocéis la cultura, las costumbres ni el idioma y habiendo recibido una educación insuficiente. Seguro que os sentirías asustados y desorientados, ¿verdad? Pues muchos de los chavales del centro de acogida se sienten así. Por ello, es importante facilitarles su integración. Muchos lo han pasado muy mal».

«Por mi parte, intento que los chavales se olviden de que soy marroquí, para que me vean como a uno más. Así puedo mediar entre unos y otros derribando algunas barreras. La labor del mediador es nueva, pero considero que es fundamental en el primer paso para el proceso de integración», declara Rachid El Abioui. «Lo primero que he observado es que los chavales reflejan a través de sus preguntas referencias sociales que han escuchado a los adultos en su entorno, pero no llegan a ser prejuicios. Los menores extranjeros también poseen sus ideas preconcebidas, por ello es importante la intermediación, para acercar ambas partes y que la integración sea posible».