Fomentar el conocimiento de las diferentes culturas que conviven junto a los mirandeses y dar a conocer las costumbres, gastronomía y folclore de los países representados en la ciudad son dos de los objetivos que persigue la III Muestra Intercultural organizada por Cáritas.

En un día marcado por la inestabilidad meteorológica, el parque Antonio Machado se tiñó de colores y música a lo largo de todo el día, lo que contribuyó en gran medida al intercambio de experiencias entre los diferentes pueblos que se dieron cita. No faltaron representantes de Ecuador, Colombia, Costa de Marfil, Guinea Ecuatorial, Senegal, Venezuela, República Dominicana, Marruecos, Bolivia y Paraguay, que dejaron su impronta gracias al fútbol, la comida, la bebida o su folclore. Los que se acercaron hasta el parque se encontraron con un gran ambiente y pudieron disfrutar con los bailes típicos de todos estos países, que hizo que más de uno se le fueran los pies al ritmo de timbales, chachachá, samba o merengue. Desde Colombia se mostró con mimo y detalle no sólo el traje de danza típico que las propias integrantes del grupo habían elaborado sino una muestra de algunos bailes curiosos y muy poco vistos en Miranda.

Pero con lo que más disfrutaron los pequeños fue subiéndose a una réplica de chiva, un vehículo abierto por los laterales y cuya parte superior se utiliza para transportar plátanos, gallinas o cualquier otro producto en algunos países latinos.

Mientras, el representante de Venezuela optó por interpretar una original danza que se hace en su país el día del Corpus Christi, en la cofradía más grande y antigua que reúne a miles de personas. Enfundado en una caja cubierta por una tela roja y con una máscara, comenzó su actuación. «Es una danza para ahuyentar al diablo que se hace en San Francisco de Llares. Aunque la voy a hacer solo, creo que es muy original y a la gente le suele gustar por lo diferente que es», comentaba César Jiménez.

Un día para todos

En un día sensacional ayudado por el ambiente de las peñas rojillas y la III Feria del Queso y el Vino, la paellada hecha por Hagame para un millar de paladares puso el toque español en la muestra intercultural.

Pero si algo quedó claro ayer es que esta feria es la excusa perfecta para que inmigrantes y mirandeses se acerquen. «Este día creemos que es una gran oportunidad para acercarnos más los unos a los otros, para intercambiar recetas, costumbres, estrechar lazos y ayudarnos más», señalaba Ricky Fernández, de República Dominicana. Así pues, Miranda cada día es más plural y se puede aprender mucho de los demás.