No es nada fácil encontrar ni su comida ni los principales ingredientes con la que se elabora y por eso ayer muchos inmigrantes asentados en la ciudad decidieron dar a conocer los platos más típicos de sus países. Cada una de las casetas ofrecía a los viandantes un amplio surtido que, a juzgar por lo poco que duró sobre las mesas, tuvo una gran aceptación.

Desde Marruecos se apostaba decididamente por los dulces y el té con jazmín, que se podían degustar en un jaima preparada al efecto. Menos espectaculares pero no menos sabrosos eran los productos traídos desde África Subsahariana, donde se pudo probar alguno de las decenas de buñuelos que trajeron inmigrantes procedentes de Costa de Marfil. En República Dominicana además de mucha alegría no faltó una bebida esencial en este país, Mamá Juana, que se pudo degustar acompañada de moro de guandules, mangú con cebolla, carne de cerdo o palmito.

La chicha que presentó Bolivia a quienes se acercaron hasta su puesto triunfó, gracias a una mezcla exquisita de agua, canela y frutos secos. Uno de los países con más presencia en Miranda, Ecuador, participó presentando camarones apanados, lengua guisada, callos, maduro lampreado, empanadas con queso y yuca frita con queso. En el puesto de Colombia tampoco faltó una bebida hecha a base de arroz, clavo y agua que refrescó la garganta de todos, pero las típicas como la cerveza o el café también estuvieron presentes. Finalmente, Paraguay estuvo trajo su hierba mate y la empanada.