La inmigración ilegal ha vivido este fin de semana dos episodios que ahondan aún más en este drama. Una mujer embarazada de entre tres y cuatro meses sufrió un aborto en plena travesía a Canarias asistida por otros ocupantes. Además, también el sábado, un hombre de nacionalidad nigeriana murió cuando era deportado a su país en un avión de línea que despegó de Madrid.

Respecto al primer caso, fuentes de la Cruz Roja señalaron que la mujer fue atendida por las otras dos chicas, una de ellas menor de edad, que viajaban en la embarcación. Tras sacar el feto, decidieron tirarlo el agua. Además, uno de los ‘sin papeles’ avisó por teléfono móvil de la situación de emergencia. Finalmente, un avión de Salvamento Marítimo localizó la patera, que fue interceptada por la lancha ‘Salvamar Mizar’.

El cayuco, con 36 personas a bordo, fue conducido hasta el puerto de Gran Tarajal, en Fuerteventura, donde los sanitarios de la Cruz Roja descubrieron que la mujer sufría una fuerte hemorragia vaginal. Por este motivo, la inmigrante fue trasladada hasta un centro de salud de la localidad, donde le dispensaron una primera atención antes de proceder a su ingreso en el hospital general de la isla.

Las asistencias sanitarias también tuvieron que atender a otras cuatro personas, dos de las cuales fueron enviadas al centro de salud. Tras comprobar que su estado no revestía mayor gravedad, las fuerzas de seguridad les trasladaron al centro de internamiento para proceder a su identificación.

Vuelo de repatriación

En cuanto a la muerte del joven nigeriano, fuentes policiales explicaron que, tras despegar del aeropuerto Madrid – Barajas, los agentes que custodiaban a Osamuyi A., de 23 años, avisaron a la tripulación del ‘Airbus’ de Iberia de que el detenido había muerto. Entonces, el comandante del aparato decidió tomar tierra en el aeropuerto más cercano, en este caso en El Altet, en Alicante, para proceder al desembarco del cadáver.

El juez de guardia de Elche ordenó su levantamiento y su traslado al instituto de medicina legal, donde le será practicada la autopsia para determinar las causas de la muerte. Iberia tuvo que preparar otro avión para que los más de 90 pasajeros siguieran viaje a Lagos. El fallecido había sido detenido en once ocasiones por presuntos delitos de agresión sexual, robo con violencia, daños, amenazas, resistencia y desobediencia a la autoridad.