A FONDO / LA SEGREGACION ESCOLAR

«Hay padres que no quieren a sus hijos estudiando con inmigrantes»

El Mundo, ROGER JORRO, 10-06-2007

Algunas familias rechazan matricular a sus hijos en los colegios e institutos que presentan mayor concentración de extranjeros Las escuelas están obligadas a reservar dos plazas por grupo para alumnos con necesidades educativas especiales


BARCELONA. – En determinadas zonas de Barcelona, la libre elección de colegio para sus hijos por parte de algunos padres sigue otros criterios más allá del estrictamente geográfico.


Si, en un principio, las cifras del Departament d’Educació son triunfalistas (el 90% de los niños de P – 3 irán al colegio que eligieron sus padres el curso que viene), el problema reside en las preferencias de los progenitores, que eluden aquellos centros que, a priori, pueden parecer problemáticos por presentar elevadas tasas de alumnos inmigrantes. Este hecho alcanza tal magnitud que, en Barcelona, algunos chavales se desplazan fuera de sus barrios para rehuir las escuelas con «mala fama».


Éste sería, por ejemplo, el caso del CEIP Bernat de Boïl en el barrio barcelonés del Bon Pastor. El colegio está catalogado como CAEP (Centro de Acción Educativa Preferente) debido a la elevada concentración de alumnos extracomunitarios y provenientes de familias problemáticas. Pese a contar con más dotación de personal, un plan pedagógico propio y mayor presupuesto que otras escuelas, algunos padres prefieren evitar matricular allí a sus hijos.


Carmen Alvarez es la directora del centro. Califica al Bernat de Boïl de «absolutamente normal» y recalca que dispone de suficiente personal y seguimiento psicopedagógico. Pero, pese a hacer una firme y argumentada defensa del nivel educativo y de la calidad de las instalaciones de la escuela, admite que el colegio no es prioritario en algunas de las familias que, por proximidad, deberían escoger el centro que dirige. «Hay gente de clase media que es reticente a matricular, porque piensan que por clase social no les toca» afirma. «No lo dicen claramente, porque no es políticamente correcto, pero hay padres que no quieren que sus hijos compartan su vida con inmigrantes y niños de etnia gitana. En el fondo, somos racistas» concluye lacerante.


A pesar de mostrarse contraria a los prejuicios, la directora del Bernat de Boïl se posiciona también favorablemente a la repartición de alumnos con necesidades educativas especiales en diferentes colegios, pues la concentración, según ella, repercute en el nivel educativo. Alvarez defiende que «hay que repartir equilibradamente [a los alumnos], tiene que haber de todo, si no nuestros centros se acabarán convirtiendo en guetos. Además, el nivel baja, es inevitable». «Si se reparten los alumnos salimos ganando todos, los primeros los niños», confiesa Alvarez.


El distrito de Sant Andreu no es el único en el que ha germinado la controversia. En 2006, el CEIP Acàcies del barrio de Poblenou (entonces llamado Lope de Vega) saltaba a la tribuna pública cuando 30 familias se negaron a matricular a sus hijos en el centro, debido a la excesiva concentración de alumnos hijos de inmigrantes en algunas de sus aulas. La red de entidades Apropem – nos pidió entonces a las instituciones que evitaran esta alta densidad para asegurar un buen trabajo educativo. El Departament d’Educació, por boca del conseller Joan Manuel del Pozo, se comprometió a solventar el problema de cara al curso 2007 – 2008.


Un año después, al parecer, el problema persiste. Mientras en el barrio el porcentaje de inmigración se sitúa entorno al 15 % (proporción que se respeta en la mayoría de centros educativos de la zona), el CEIP Acàcies acoge un 40% de alumnado inmigrante.Un escenario similar se produciría en el CEIP Mar Bella y en algunos institutos del antiguamente conocido como Manchester catalán, como el IES Poblenou. Las entidades que entonces denunciaron la situación ponen hoy de nuevo el grito en el cielo.


«La distribución de alumnos hijos de inmigrantes sigue siendo desigual», afirma Manel Andreu, de la Plataforma per l’ensenyament públic del Poblenou. «Muchos padres, por desconocimiento o estigmas siguen rehuyendo estas escuelas», manifiesta. Sin embargo, el líder vecinal cree que muchos padres varían de opinión «después, cuando visitan las instalaciones y hablan con los maestros del CEIP Acàcies o el de la Mar Bella», dice.


Las asociaciones de este barrio han remitido una carta de protesta a las instituciones, en la que reclaman un reparto igualitario de alumnos inmigrantes entre colegios públicos y concertados.Las entidades piden, además, un aumento de plazas y hablan abiertamente de «sobremasificación de alumnado inmigrante». Las demandas las firman asociaciones de padres de los colegios implicados, entidades vecinales e incluso las parroquias.


Precisamente, las congregaciones religiosas de Poblenou han tomado parte en el asunto para garantizar la buena convivencia entre los feligreses. Oriol Garreta, párroco de Santa Maria del Taulat, advierte de que se trata de un problema de «xenofobia por parte de algunos padres», aunque reconoce que es necesaria una repartición igualitaria entre las escuelas del barrio. Garreta pide «un esfuerzo por parte de todos», incluyendo las Administraciones, para impedir que el problema vaya a más.

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