Agentes de la Unidad Contra Redes de Inmigración y Falsedades Documentales de la Comisaría Provincial han desmantelado en Campanillas, en el marco de la ‘operación Lozano’, un taller de confección clandestino, en el que trabajaban diez ciudadanos chinos sin contrato de trabajo ni alta en la Seguridad Social, siete de ellas, además, sin permiso de residencia. El taller estaba ubicado en un sótano construido al efecto – a modo de zulo – , totalmente camuflado en el edificio. Los investigadores constataron que, efectuados los viajes desde el país de origen de los trabajadores hasta España, eran empleados ilegalmente, atentando contra sus derechos laborales básicos y con jornadas interminables e infrahumanas, bajo el pretexto de la deuda contraída por el viaje y el alojamiento.

El local estaba regentado por ciudadanos chinos y las personas que trabajaban en él vivían en el mismo inmueble, concretamente en la planta superior, realizando jornadas laborales interminables, ya que el ruido de las máquinas se oía hasta altas horas de la madrugada.

Los trabajadores apenas salían a la calle, únicamente para realizar alguna compra en establecimientos cercanos y volviendo siempre de inmediato al taller, destacaron en el citado comunicado. Diferentes empresas de la ciudad de Málaga del ramo textil suministraban prendas de vestir para que el taller de confección realizara sobre ellas los trabajos oportunos, volviendo a recoger las prendas pasados unos días.