BILL RICHARDSON / Candidato presidencial demócrata

«No podemos construir un nuevo Muro de Berlín en la frontera»

El Mundo, CARLOS FRESNEDA. Enviado especial, 08-06-2007

Actual gobernador de Nuevo México, fue embajador en la ONU con Bill Clinton y habló de tú a tú con Sadam y Milosevic. Se confiesa «muy orgulloso» de ser hispano y, como aspirante a la Casa Blanca, propone involucrar al Gobierno mexicano en el debate sobre la inmigración Su segundo apellido es López y habla el español que aprendió de niño y por vía materna en México DF. La mayoría de los estadounidenses no le identificaba como un candidato hispano hasta que decidió poner toda la carne en el asador de la ley de Inmigración…


Bill Richardson, gobernador de Nuevo México, fue embajador en la ONU con Bill Clinton y habló de tú a tú con Sadam Husein y Slobodan Milosevic, entre otros. Se define a sí mismo como un troubleshooter (mediador implacable) y ha prometido sacar hasta el último soldado de Irak. A sus 59 años, a la zaga de Hillary Clinton, Barack Obama y John Edwards, afirma tener mejores credenciales que ningún otro aspirante demócrata a la Casa Blanca.


Pregunta. – Los americanos están un poco confusos… ¿Compite usted como un candidato hispano?


Respuesta. – Digamos que soy un americano muy orgulloso de ser hispano, pero no compito como un candidato hispano. Quiero llegar, eso sí, a esa parte cada vez más importante de nuestra población […] y creo que lo estamos consiguiendo. Aquí en New Hampshire he pasado ya del 10% en las encuestas. No tengo ni el dinero ni el el tirón de estrella de rock de los dos favoritos, pero nos vamos acercando.


P. – ¿Debería ser el inglés la única lengua oficial en EEUU?


R. – Yo creo que todos los inmigrantes tienen que aprender a hablar inglés con fluidez, porque es la llave para abrirse paso en este país. Me parece que debe ser una de las condiciones para acceder a la legalidad. Pero cada comunidad debe preservar el derecho a hablar en su lengua. Hablar dos o tres lenguas es una gran ventaja. El español y el francés me han abierto muchas puertas, me han permitido conocer otras culturas y han sido una gran ventaja a la hora de mediar en conflictos en América Latina y en Africa.


P. – ¿Y los planes para amurallar la frontera con México?


R. – No podemos construir un nuevo Muro de Berlín entre dos países que están obligados a convivir. En todo el debate sobre la inmigración se ha dejado de lado al Gobierno mexicano, y es muy importante que se le incorpore en la discusión.


P. – ¿Qué hacer pues con los 12 millones de inmigrantes sin papeles que hay en Estados Unidos?


R. – Necesitamos un plan para legalizar la situación de los inmigrantes que viven en la sombra, como ciudadanos de segunda clase. Pero me opongo al plan que está actualmente en el Congreso y que pretende levantar el muro y dividir a las familias. Las familias deben seguir unidas mientras dure el proceso de legalización, que puede demorarse hasta 13 años. Hay que asegurar, eso sí, que los inmigrantes hayan cumplido con la ley, que paguen sus tasas y que hablen el inglés, y hay que penalizar de algún modo a los empresarios que dan empleo a trabajadores ilegales. Hay que aumentar, de paso, la inmigración legal, volver a abrirse a los países europeos y asiáticos que tienen gente con gran formación que necesitamos.


P. – ¿Cómo haría para reparar las relaciones con la UE y con España?


R. – Las relaciones con España están mal, como lo están con muchas otras partes del mundo… España ha sido siempre un gran aliado de EEUU, dentro de la OTAN y como socio comercial… Con la guerra en Irak parece que hemos tenido diferencias y se ha abierto una distancia que se tiene que acortar. Para mí, siendo hispano, España sigue siendo la madre patria. Me gustaría mejorar las relaciones cuanto antes. Espero visitar pronto a Zapatero.


P. – Su plan para sacar a todas las tropas de Irak está levantando ampollas entre los demócratas…


R. – Creo que tengo el plan más fuerte y completo sobre el futuro de Irak. Yo he propuesto que el Congreso desautorice la guerra bajo el artículo 1 de la Constitución y la Ley de Poderes de Guerra. El repliegue sería posible en seis meses. Todos los otros candidatos son partidarios de dejar fuerzas residuales. Mi plan es así de claro: nuestras tropas se han convertido en blancos. El 61% de los iraquíes dice que está bien disparar a un soldado americano y el 72% quiere que nos vayamos. Para que comience el trabajo diplomático, tenemos que retirar todos los soldados y dejar paso a una fuerza multinacional de pacificación, integrada mayormente por países musulmanes. Como presidente, estacionaría a nuestros soldados en países como Kuwait y mandaría refuerzos a Afganistán, donde la situación se está deteriorando y seguimos sin dar con el paradero de Bin Laden.

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