Hasta el pasado 27 de mayo, para realizar un trámite de documentación en la oficina de Extranjería de Pascual Madoz, en Pamplona, los ciudadanos debían madrugar si querían llevarse alguno de los 60 números de cita previa que, generalmente, se repartían entre 8 y 8.15 de la mañana. Desde esta semana, han cambiado las normas, y se puede recoger cita durante toda la mañana, entre las 8.55 y las 13 horas.
«Aviso importante: a partir del 28 de mayo, los números de cita de información para extranjeros se entregarán ininterrumpidamente en horario de 9 a 13 horas, por lo que no será necesario que vengan de madrugada a hacer fila», anuncian por quintuplicado carteles a las puertas de la comisaría de Pascual Madoz, donde se expide documentación a extranjeros.

Tal vez, la dificultad con el castellano, o que, de momento, en el colectivo funciona más el boca – oreja que los carteles informativos, ha hecho que el cambio no haya sido aún percibido por una parte, que continua situándose en fila desde la madrugada.

El cambio es muy similar al que en su día introdujo la oficina de expedición del DNI en la calle Bergamín de Pamplona, donde las primeras semanas también se acumulaban ciudadanos, pese a no ser ya necesario esperar.

«Pedimos que no madruguen»

«El mensaje es claro: pedimos a los ciudadanos extranjeros que no madruguen para venir», manifiesta el Jefe de la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación. Según indica, tras las quejas de vecinos por las colas que se formaban de madrugada, se ha introducido este sistema, mediante el cual se coge cita para el día siguiente o sucesivos, acudiendo en cualquier momento de la mañana; y también se puede solicitar como hasta ahora, en asociaciones de ayuda a inmigrantes.

Por su parte, quienes realizan alguna visita posterior para entregar documentación o dejar sus huellas en la nueva documentación, son citados por carta «con fecha y hora», por lo que «tampoco deben esperar».

Sin embargo, «nos estamos encontrando casos de personas que son citadas por carta para las 11, y vienen a las 6, para ponerse a esperar cinco horas antes», expone por su parte el inspector Emilio Pérez Iruzubieta. Asegura que quienes madrugan, «no adelantan nada, porque se respeta siempre la hora de citación».

Los propios policías de la entrada cuando ven, por ejemplo, a una señora esperando desde las 9 de la mañana con citación en la mano para las 12, le aconsejan «que vayan a hacer la compra».

Por ejemplo, la portuguesa Dolores Frías Meriño, más familiarizada con el sistema anterior, esperaba ayer desde antes de las 7 para solicitar un certificado de residencia comunitario. «Quiero tener número seguro», exponía.