LA RIOJA

Aumenta entre los inmigrantes la compra de pisos en su país de origen

Una inmobiliaria riojana gestiona la venta de casas en Bogotá, con precios de entre 20.000 y 40.000 euros También es habitual que los rumanos destinen sus ahorros a la adquisición de inmuebles

El Correo, CONCHI AQUESOLO, 04-06-2007

Empezar de cero en otro país no siempre significa romper con todo lo anterior. Hay lazos que perduran a pesar de la distancia, máxime cuando la separación no se plantea como algo definitivo. Muchos de los emigrantes que viven en España confiesan que su sueño es poder volver a su país y garantizar una vida digna a los suyos. Lo que aquí es básico para todos, en otros continentes se convierte en una utopía inalcanzable para la mayoría. Empezando, por la vivienda.

Los ahorros de años de trabajo se convierten en el pasaporte a un futuro mejor. La posibilidad de adquirir propiedades está a su alcance y la mayoría decide invertir en bienes inmobiliarios. Y con la demanda, surge inevitablemente la oferta. La última novedad la ha puesto en marcha una firma inmobiliaria con presencia en toda la península. Ofrece al colectivo de colombianos la posibilidad de comprar una casa con la misma facilidad con la que la comprarían en La Rioja. «La idea surgió en un viaje que realicé hace un año. Entré en contacto con las firmas financieras e inmobiliarias mas importantes del país y así fue como surgió la posibilidad de que nuestra empresa se encargara de comercializar viviendas en algunas de las mejores urbanizaciones de Bogotá. Tenemos una estructura sólida, con más de doscientas oficinas en España y con capacidad suficiente para llevar a cabo una operación de estas características», explica su gerente, Lorenzo Besada.

El precio oscila entre 20.000 y 40.000 euros y en todos ellos se garantizan materiales de calidad, servicios comunitarios – en muchos de los casos de lujo – y vigilancia privada.

Rumanía y Pakistán

También la población rumana – muy numerosa en La Rioja – aprovecha su estancia en nuestro país para mejorar la calidad de vida de sus seres queridos e incluso la suya si, llegado el caso, deciden regresar. Pero las oportunidades no son tan espectaculares. «Los precios son más bajos que en España, pero tampoco son un chollo. Depende de dónde lo quieras y con qué prestaciones», explica Ana Cornelia Onea, presidenta y portavoz de sus compatriotas.

Para realizar las operaciones tienen que desplazarse hasta su país – generalmente aprovechando las vacaciones – para conocer el proyecto y realizar los trámites necesarios.

El caso de la población asiática es una excepción. Son contados los casos que se plantean el retorno. «La mayoría cuando llega sabe que este será su nuevo hogar para siempre. En el momento en el que la familia desaparece, se rompen los lazos, sobre todo en el caso de los más jóvenes», asegura Fida Hussein, presidente de la asociación pakistaní riojana.

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