La capacidad de absorción de trabajadores extranjeros por parte de la economía regional parece haber marcado su techo en los cien mil afiliados a la Seguridad Social alcanzado hace un año. Según el último informe de afiliados extranjeros del ministerio de Trabajo, de los 100.353 trabajadores foráneos registrados, la mayoría trabaja en la agricultura y otro elevado porcentaje en la construcción.

Prácticamente la variación interanual de este colectivo es inapreciable. De hecho, la cifra de inmigrantes con contrato es la misma desde abril del año pasado, con algunas fluctuaciones por el empleo estacional agrícola. Determinados sectores han desacelerado el ritmo de crecimiento debido a los altos precios de la vivienda, a la saturación del mercado y al incremento de los tipos de interés.

Sin embargo, el impulso general del consumo en la región se mantiene alto y las exportaciones, aunque muy lentamente, van aumentando. Las perspectivas empresariales, según los informes del Consejo de las Cámaras, prevén un incremento de las cifras de negocio durante este año con avances más dinámicos que en etapas precedentes, por lo que es previsible que se trasladen a la creación de empleo.