«Voy a matarte, no quiero que salgas con otro hombre». Esta es la amenaza que L.L., una mujer de nacionalidad rumana, de 51 años, había escuchado en más de una ocasión en boca de I.L., un rumano de 54 años de edad con el que había estado casada durante tres lustros.

Ayer, en una céntrica esquina de Albacete, I.L. cumplió su amenaza y acuchilló a esta mujer que se ganaba la vida cuidando a una anciana. Cuando llegaron los servicios de emergencia, que fueron alertados por los vecinos de la zona, sólo pudieron certificar su muerte. El agresor fue detenido. Un viandante y la pareja de la víctima colaboraron en la acción.

Víctima y agresor, que no tenían ningún hijo en común, habían emigrado juntos. Dejaron Rumania para instalarse en Albacete hace tres años. Pero, hace un año, más o menos, la mujer, – madre de cuatro hijos y abuela de cinco nietos – , decidió separarse y poner fin a este matrimonio de quince años que para ella no era más que un infierno.

«Le daba muy mala vida, le pegaba, le insultaba», contaba ayer Gabriela a las puertas del mortuorio donde aguardaba a conocer el resultado de la autopsia que se le estaba practicando a su madre. Gabriela, de tan sólo 22 años, vivía con su madre y fue testigo de su muerte. Hacía tan sólo dos días que se habían instalado en un piso cerca de la iglesia de Franciscanos.

Ayer, muy temprano, sobre las 7.40 horas, vio a su madre salir corriendo del domicilio, alertada por la presencia de su ex marido en la calle. Armado con un cuchillo de cocina de 23 centímetros de hoja, y sin apenas mediar palabra, el agresor le asestó varias puñaladas. Algunos testigos hablan de hasta una veintena, pero este extremo no ha sido confirmado por fuentes oficiales.