"Creo que ninguno teníamos contrato"

Diario de Noticias, 02-06-2007

TiENE 38 años y reside desde hace cinco en España. Ahora, por circunstancias de la vida, Moisés Diatta, senegalés de nacimiento, vive en Tudela junto a otros compatriotas y se aferra a distintas ocupaciones para salir adelante, incluida la limpieza de la nave de pintura incendiada en Volkswagen. “La última semana de abril un señor me ofreció ir a Pamplona a trabajar. Sin hablar de nada más me dijo que estuviera preparado a las seis y media de la mañana para coger un autobús desde Tudela a Landaben”, explica el trabajador.

Dicho y hecho. El 28 de abril, Diatta se montó en un autobús junto a cerca de 40 personas – en su mayoría argelinos y marroquíes, según su testimonio – , y a la hora pactada pusieron rumbo a la fábrica, a la que llegaron poco antes de las ocho de la mañana. “El primer día nos organizaron en una especie de cadena y nos dedicamos a coger chapas para montarlas en un quinto piso. Pedimos que nos dieran algo para comer y al final nos dieron un bocadillo. Tras estar todo el día trabajando, a las ocho de la tarde nos devolvieron a Tudela en autobús”, detalla el empleado senegalés.

Bajo este método de funcionamiento Diatta estuvo acudiendo a la planta de Volkswagen varias jornadas: 28, 29 y 30 de abril y 1 de mayo. “Fui los cuatro días a trabajar sin ningún papel, y la verdad es que creo que ninguno tenía nada firmado. Al segundo día nos quejamos porque nos habían dado un bocadillo de jamón y nosotros no lo queríamos. Al día siguiente sólo nos dieron pan”, explica el senegalés, que aclara que otros días se dedicó a pasar la fregona en la planta de Volkswagen.

En total, Diatta, que ayer por la tarde se encontraba en Tudela intentando saber si ya había recibido en el banco el pago correspondiente a su trabajo en el Grupo ISN, acudió a trabajar con la empresa de Fermín Elizalde ocho días, de los que al menos la mitad lo hizo sin un contrato de trabajo, según explica.

La historia de este trabajador senegalés no dista en exceso de los crudos testimonios realizados por varios empleados a las puertas del Grupo ISN. Durante toda la tarde de ayer, y por tercer jueves consecutivo, decenas de personas se agolparon ante las instalaciones de la empresa en Beriáin para demandar el pago de sus nóminas, que, según relatan los afectados, ya están cobrando.

“Entre las personas que íbamos a trabajar en el autobús desde Tudela a Pamplona yo era el único de Senegal. El resto eran de Argelia y Marruecos, y casi todos mayores que yo. Cuando preguntábamos por nuestro dinero o por cómo íbamos a cobrar nadie nos contestaba nada”, añade Diatta, que conoce a varias personas de Tudela que han vivido la misma situación que él.

Cabe recordar que ante los golpes de los trabajadores contra las paredes y los cristales de las instalaciones de ISN, la Guardia Civil, al igual que en dos ocasiones anteriores, tuvo que custodiar el recinto por temor a mayores incidentes. Finalmente, la empresa informó a las 21.00 horas del jueves que los trabajadores habían abandonado la fábrica tras haber cobrado sus nóminas.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)