Vestidos de traje y corbata. Con esta indumentaria llegaron ayer a la costa mallorquina algunos de los tripulantes de la quinta patera que alcanza la costa balear.

Sobre las 08.00 horas, los inmigrantes, de origen argelino, arribaron a la costa de Cala Figueretas, situada en el término municipal de Santanyí, a bordo de una embarcación propulsada a motor de unos ocho metros de eslora.

Nada más tomar tierra, los irregulares tenían previsto pasar lo más inadvertido posible. A modo de camuflaje, muchos de ellos se cambiaron de ropa en el interior de la embarcación. Poco después de llegar a la costa de Cala Figueretas, el barco se hundió.

Sin embargo, su objetivo de camuflarse y no ser identificados como inmigrantes irregulares fue estéril. Máxime en el preciso instante en el que se cruzaron con un vecino de Santanyí. La hilera de sin papeles deambulaba por la carretera que une las localidades de Cala Figuereta con Cala Llombards.

Ante las fundadas sospechas de que el grupo de magrebíes fueran inmigrantes sin papeles, el ciudadano avisó desde su teléfono móvil al 112. Un dispositivo especial de emergencia se activó para tratar de dar con el paradero de los argelinos.

La Guardia Civil logró detener a nueve de estas personas. La Delegación del Gobierno mantiene un dispositivo especial de vigilancia en los puertos mallorquines y el aeropuerto de Palma para evitar la salida de la isla de los restantes argelinos.