El Juzgado de lo Penal número 3 de Ceuta ha condenado a un marroquí a una pena de un año y seis meses de prisión como culpable de un delito de atentado por intentar agredir y amenazar a un médico de Urgencias. Se trata de la primera vez que el Ingesa logra una sentencia condenatoria para un usuario que intimidase a un facultativo. El acusado, N.E.H., ha sido además condenado por una falta de daños a 15 días de multa con una cuota diaria de 20 euros por romper una puerta valorada en casi 300 euros.

Los hechos sucedieron el pasado 8 de febrero, cuando el acusado se dirigió al hospital para conocer unas pruebas que le habían realizado a su madre, a la que encontró sentada en la sala de espera después de haber sido dada de alta por el servicio de neurología. En ese momento, el acusado entró acompañado de dos mujeres en Urgencias y buscó al médico que había visto a su madre el día anterior, y tras insultarle y llamarle «racista» intentó agredirle además de amenazarle de muerte, por lo que fue expulsado por los vigilantes de seguridad. El facultativo tuvo que dejar el servicio debido al estado de agitación y nerviosismo que le causó el incidente.

Esta sentencia califica al personal estatutario como funcionarios públicos, como recoge la Ley del Estatuto Marco, lo que permite que actuaciones de este tipo se puedan juzgar como delito de atentado, ofreciendo una especial protección a los trabajadores del Sistema Nacional de Salud.