El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, rompió ayer el silencio que mantiene sobre política migratoria en España y valoró, desde Bruselas, la última crisis que ha tenido lugar tras el rescate de 26 inmigrantes por el remolcador español Montfalcó.

Caldera criticó la negativa de «otros países» de la UE a acoger a esas personas, tras el reiterado rechazo de Malta a aceptar a los 26 náufragos, procedentes de Costa de Marfil, que estuvieron a punto de ahogarse frente a sus costas.

El buque enviado por Salvamento Marítimo tenía previsto encontrarse en la madrugada de ayer con el Montfalcó para recoger a los inmigrantes y trasladarlos a Cataluña.

A su llegada al Consejo de Ministros europeos de Empleo, Caldera destacó que el salvamento se realizó en aguas jurisdiccionales no españolas. «Cuando esto ocurre, deben ser los países cercanos o adonde se dirigían los que se hagan cargo, a lo que algunos estados que se niegan rotundamente», señaló. «Nosotros hemos cumplido ante la UE. Lo que no me gusta es que otros países no cumplan», censuró.