El capitán del remolcador Montfalcó, que el sábado rescató a 26 inmigrantes al sur de Malta, comunicó ayer a Salvamento Marítimo que su barco se había averiado al suroeste de Sicilia, lo que retrasará hasta la tarde de hoy el trasvase de los sin papeles al buque de Fomento que se dirige a su encuentro. En Bruselas, el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, reprochó a Malta su negativa a acoger a los náufragos.

En principio, estaba previsto que el trasvase de los inmigrantes, que llevan cinco días en el Montfalcó, al barco del Ministerio de Fomento Clara Campoamor se produjera esta madrugada al sur de Cerdeña. Pero el capitán del primero explicó al Centro Nacional de Salvamento Marítimo que problemas mecánicos le habían obligado a resguardarse al socaire de la isla italiana de Pantelleria, entre Sicilia y Túnez. Esa novedad obligó al Clara Campoamor a prolongar su travesía unas 200 millas (370 kilómetros) al Este.

No obstante, existen ciertas dudas acerca de la avería del Montfalcó. Aunque, según Salvamento Marítimo, el remolcador ha solicitado que, una vez recogidos los inmigrantes, el Clara Campoamor le acompañe a un puerto italiano para repararla, Florenci Macías, gerente de la empresa Naserer, propietaria del barco, declaró que el capitán simplemente decidió pararse en Pantelleria “para no perder cobertura telefónica”, informa Oriol Aymí. Pantellería se halla a menos de 200 millas de la zona en la que trabaja el Montfalcó.

En el remolcador, la situación está controlada, según declaró a Radio Nacional el capitán, Rubén Vázquez Rey. “Está normalizado todo, aunque tratamos de que la gente consuma lo mínimo posible de agua para lavarse, porque escasea”.

La actitud de los tripulantes del Montfalcó fue elogiada ayer por el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, quien aprovechó su estancia en Bruselas como participante en el Consejo de Empleo y Asuntos Sociales para afirmar que tanto los marineros como el Gobierno hicieron “lo que se exige en estas circunstancias”.

Caldera criticó la conducta de las autoridades de Malta, en cuyas aguas parecen haber sido recogidos los náufragos – el Gobierno maltés afirma que fue en las de Libia – , y que se negaron a permitir su desembarco. “Lo que no creo que sea correcto es la actitud de Malta”, declaró Caldera, “porque estamos hablando de un acogimiento humanitario, no de un acogimiento permanente, se trataba de personas en riesgo de perecer”.

Por otra parte, la Guardia Civil localizó ayer a 60 inmigrantes que desembarcaron de una patera en Adra (Almería). Otra embarcación fue interceptada en alta mar y llegó anoche al puerto de Motril (Granada) con 68 inmigrantes de origen subsahariano, de los que tres son bebés y ocho mujeres, dos de ellas embarazadas. Sólo uno de ellos precisó hospitalización.