La sociedad catalana cambia de ciclo

La inmigración y una nueva generación política marcan la tendencia social

La Vanguardia, , 30-05-2007

El anuario de la Associació de Sociologia del 2006 dibuja una Catalunya influida por la oleada migratoria, nuevos modelos de familia, la crisis escolar, el rejuvenecimiento y el desencanto ciudadano

JOSEP PLAYÀ MASETBARCELONA
- El año 2006 quedará como un año clave en la reciente historia de Catalunya, no sólo por un nuevo Estatut – del que se desconoce su andadura- y el cambio de Govern en la Generalitat, que da entrada a una nueva generación política, sino porque representa un cambio de ciclo. Es la entrada real en un siglo XXI marcado por la masiva llegada de inmigrantes, un rejuvenecimiento de la población, la consolidación de nuevos modelos familiares, la crisis educativa y cierto desencanto político-ciudadano, tal como recoge el primer anuario de la Associació Catalana de Sociologia (ACS).

Oriol Homs, presidente de la ACS, filial del Institut d´Estudis Catalans, considera que “la rapidez y la intensidad del proceso migratorio” es un elemento clave porque tendrá efecto sobre la dinámica poblacional, la cultura y la lengua, la política de vivienda y las prestaciones del Estado de bienestar. Homs remarcó que “es necesario aprovechar los años de bonanza económica” para facilitar el proceso de integración, y quitó importancia a algunos brotes xenófobos que calificó de simples “indicadores”. “En todo caso – añadió- el problema no es la Plataforma per Catalunya, sino otras formaciones que vota más gente, donde se dan mensajes dudosos”.

Teresa Montagut, coordinadora de un anuario en el que han colaborado una veintena de expertos, desgranó los aspectos más relevantes de este cambio de ciclo.

LOS INMIGRANTES COMO EJÉRCITO DE RESERVA.

Desde principios de los 90, Catalunya registra un crecimiento constante de inmigrantes. Todos los trabajos que los autóctonos no aceptan son ocupados por inmigrantes y éstos continuarán llegando mientras persistan el crecimiento económico y el déficit de población joven del país. Pero su presencia fuerza a la baja sueldos y condiciones laborales. Además, la fragilidad del modelo económico ha consolidado la precariedad de la ocupación. Faustino Miguélez comenta que los puntos débiles del modelo de ocupación catalán son los jóvenes, las mujeres y los inmigrantes, y lamenta los déficits de inversión en I+ D. En el primer capítulo, elaborado por Salvador Giner y Carlota Solé, se defiende la necesidad de la plena ciudadanía para los inmigrantes, lo que debe traducirse en el derecho al voto.

REJUVENECIMIENTO DE LA POBLACIÓN. La llegada de extranjeros plantea un nuevo modelo demográfico. Aunque la proporción de personas mayores de 65 años (16,45%) supera ya a la de menores, por primera vez desde 1981 tiende a disminuir. Los índices de fecundidad han vuelto a crecer en buena parte debido a las pautas de comportamiento de los inmigrantes, pero también porque hay una generación de autóctonos que han apurado la edad para tener hijos y ahora se suman como padres a los de edades más jóvenes. La población crece y lo puede hacer más si se consolida el fenómeno de reagrupación familiar.

La movilidad residencial ha tenido un fuerte impacto en poblaciones receptoras de población joven que se han instalado en sus urbanizaciones, como en Matadepera, Sant Cugat o l´Ametlla del Vallès.

NUEVO MODELO DE FAMILIA. En el imaginario popular aparecen nuevos retratos de familia que se alejan de los tradicionales: matrimonios mixtos, de autóctonos con extranjeros; niños adoptados – Catalunya es líder mundial; pisos patera con varias familias; matrimonios de gays o lesbianas. Pero el principal cambio viene dado por el incremento de los hogares unipersonales (20,93%) y el descenso de las familias nucleares (36,93%).

DISMINUYEN LAS DIFERENCIAS TERRITORIALES. En Catalunya, las diferencias entre el mundo rural y el urbano se han difuminado. La agricultura ha dejado de ser predominante incluso en las comarcas. Muchos de los antiguos obreros y sus hijos se han pasado al sector terciario. También las diferencias de renta entre comarcas se han reducido por la movilidad residencial y la dinámica urbanizadora y constructora. Hay una mayor homogeneización, pero la polarización se da en el interior de las mismas ciudades. El riesgo – escriben las profesoras Anna Alabart y Gemma Vilà- radica en que el crecimiento se ha basado en la construcción y el turismo, muy influidos por factores coyunturales, y con claras limitaciones si se atiende a criterios de sostenibilidad.

CRISIS EDUCATIVA. El conjunto del sistema educativo no acaba de funcionar, como indica el informe PISA. Pero la primera radiografía anual de los sociólogos catalanes también deja claro que no puede atribuirse el elevado índice de fracaso escolar a los inmigrantes. Es cierto que éstos representaban ya un 9% de la población escolar (92.000 al acabar el curso 2004-05), con más de 150 nacionalidades, y que la llegada de estos alumnos, con bagajes lingüísticos y formativos diferentes – y su incorporación tardía, a veces a mitad de curso-, supone un elemento de presión. Pero el éxito o fracaso de la escolarización de los inmigrantes depende de la estructura social y del entorno donde se sitúan, como señala Mònica Nadal.

Una realidad distinta es la de los 15 centros que dependen de sistemas educativos de otros países, donde se escolarizan 12.000 alumnos, generalmente de elites extranjeras.

Homs apunta como causas de la crisis del modelo educativo catalán a una inversión insuficiente por parte de la Generalitat, al bajo nivel educativo de las últimas generaciones de padres y a la rapidez de los cambios (escolarización generalizada, contratación masiva de profesores y problemas de formación). “Posiblemente hemos vivido de la imagen falsa de una tradición pedagógica excelente – concluye-, pero el problema es gravísimo y hay que aplicar una política de choque”.

NUEVAS FORMAS DE GOBIERNO. El fin del pujolisme y de su continuidad maragallista abre la vía a una nueva forma de gobernar, que algunos han bautizado como más aburrida. Es el legado del 2006, como el Estatut, como una nueva forma de relación entre los partidos, en la que se ha pasado del consenso al enfrentamiento, con más presión mediática y del entorno político español. El desarrollo del Estatut y un nuevo modelo de gobernar deberán afrontar dos grandes retos: acercarse a las demandas de una población cansada de los políticos y asegurarse la integración los inmigrantes en los ámbitos del trabajo, la educación y la salud.

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