Malta se niega por segunda vez a acoger a los náufragos de una patera

ABC, 30-05-2007

C. MORCILLO

MADRID. Ya están a salvo, pero su viaje a punto ha estado de costarles la vida. Los 26 inmigrantes de Costa de Marfil rescatados en la madrugada del sábado en aguas de Libia por el pesquero español «Monte Falcó» navegan hacia nuestro país a bordo de este barco. Se dirigen a un puerto aún por determinar al encuentro de un buque enviado anoche por Salvamento Marítimo, según informó el Ministerio de Fomento.

El Gobierno ha decidido mandar el «Clara Campoamor» desde Mallorca, dado que el pesquero español que rescató a los inmigrantes sólo tiene provisiones y espacio para seis personas y lleva a bordo a 32, por lo que las condiciones de seguridad no son óptimas.

El «Monte Falcó», con base en el puerto tarraconense de San Carlos de la Rápita, se encontraba el pasado viernes remolcando jaulas de atún a unas 120 millas al sur de Malta, cuando se le acercó el cayuco a la deriva. Tras rescatar a los inmigrantes, comunicó a las autoridades españolas la situación. El lunes un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores aseguró a ABC que no se había solicitado a las autoridades maltesas que se hicieran cargo de los subsaharianos.

Sin embargo, la Secretaría de Estado de Inmigración confirmó ayer a ABC que Malta se había negado a cualquier colaboración, igual que hizo en el caso del pesquero «Francisco y Catalina» en otro rescate de 51 inmigrantes que derivó en incidente diplomático.

La negativa es, de nuevo, especialmente llamativa dado que el capitán del barco español Rubén Vázquez afirmó ayer que si no hubiera recogido a los inmigrantes «estarían muertos». En una entrevista a RNE dijo que cuando los rescataron «les quedaban doce horas porque la barcaza no tenía ni cinco metros y estaban los 26 metidos como sardinas en una lata». Ayer, el portavoz de Exteriores volvió a reiterar que no se había pedido auxilio a Malta.

Los náufragos aseguran proceder de Costa de Marfil, país en situación de preguerra. El Gobierno español se ha puesto en contacto con Acnur por si los inmigrantes deciden solicitar refugio o asilo en España.

Una vez que se determine el puerto de desembarco, posiblemente catalán, se pondrá en marcha el dispositivo de atención básica para atender a los 26 subsaharianos y más tarde, en función de cuál sea su procedencia, serán trasladados a un centro de internamiento o a uno de estancia temporal. Es previsible que todos los náufragos pidan refugio político.

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