Ocho de cada 10 nuevos afiliados a la Seguridad Social en las comarcas de Girona durante el 2006 eran extranjeros. Este es uno de los datos más llamativos del informe sobre la coyuntura económica de esta provincia dado a conocer ayer por la Cámara de Comercio.
El peso que ha tenido la inmigración en los últimos años queda reflejado en otra cifra que habla por sí misma: los empleados extranjeros han aumentado un 414% desde 1999, pasando de menos de 10.000 a más de 50.000 durante este tiempo.

FALTA GENTE
Jaume Fàbrega, presidente del área de desarrollo empresarial de la Cámara, destacó que, a pesar de este continuo flujo de mano de obra exterior, la mayoría de las empresas tienen problemas de falta de personal. “Nos falta gente, pero necesitamos que tengan más formación”, advirtió.
En los últimos años, la economía de Girona se ha caracterizado por registrar un crecimiento del producto interior bruto (PIB) superior a la media española (del 4,3% frente al 3,9% español registrado en el 2006), pero sigue padeciendo una constante pérdida de competitividad, ya que la buena evolución es más cuantitativa que cualitativa.

COMPETITIVIDAD
“Estos datos demuestran que trabajamos más, pero no significan que lo hagamos mejor, sino que simplemente somos más gente para hacerlo”, apuntó Fàbrega, que abogó por impulsar cursos de formación destinados a los trabajadores extranjeros.
Si se hace una división por sectores, la construcción acoge el 25% de los trabajadores extranjeros, seguida de la hostelería (20%), la industria manufacturera (15%) y el comercio (14%). Respecto a la procedencia, un 38,2% de los extranjeros son africanos – – sobre todo originarios de Marruecos – – , un 33,7%, europeos y el 18,5%, latinoamericanos.