La renta por habitante en España ha aumentado el 18% en términos nominales en lo que va de legislatura, pasando de 19.000 euros a 23.000, según datos del secretario de Estado de Economía, David Vegara. En la comisión de Economía del Congreso, Vegara explicó ayer que el fuerte crecimiento de la economía española en los últimos años ha permitido que, a pesar del aumento de la población por la inmigración, se haya seguido avanzando en renta per cápita, en contra de las críticas del PP.
En términos reales, si se descuenta la inflación, la renta per cápita aumentó el 1,4% en el 2005; el 2,5% en el 2006 y el 2,8% en el primer trimestre de este año, frente al aumento del 0,9% en el 2003 y el 2004.
La principal crítica del PP a la política económica del Gobierno censura que la convergencia real con la Unión Europea (aproximación a la renta per cápita media de la UE) se ha detenido. El diputado del PP Miguel Arias Cañete dijo ayer a Vegara que en el 2006 España no ha avanzado en convergencia, lo que atribuyó, entre otras causas a la entrada masiva de inmigrantes. Según Arias, la renta de los españoles, que era del 90,5% de la media de los quince países que integraban la Unión Europea en el 2005, se mantuvo en ese nivel el año pasado.
Vegara replicó que la convergencia ha sido más rápida en años anteriores porque España crecía muy por encima de sus socios, mientras que en el último año las principales economías de la UE se han recuperado y crecen más, lo que hace que la convergencia sea más lenta, aunque mejora las expectativas de indicadores como el sector exterior.

DESACELERACIÓN ORDENADA
En la revisión del cuadro macroeconómico que el Gobierno presentará en julio, se revisará al alza la previsión de crecimiento del 3,4% de este año, tras la tasa del 4,1% del primer trimestre. De cara al 2008, Vegara señaló que la previsión estará “cerca” de la estimación actual (3,3%) “décima arriba o abajo”, y añadió que es preciso analizar antes cuál será el crecimiento en Europa.
El Gobierno prevé que el crecimiento económico vaya registrando una “ligera y ordenada desaceleración”, que en cualquier caso será compatible con nuevos aumentos del empleo y la productividad. El secretario de Estado rechazó la idea apuntada por el PP de que la desaceleración de la construcción se produzca de forma “brusca”.