Los expertos temen conflictos si no se integra más a los inmigrantes

El Periodico, RAFA JULVE, 30-05-2007

Catalunya necesita que lleguen más inmigrantes para seguir creciendo, pero los gobernantes deben espabilar y aplicar políticas de integración “más valientes”. Si no es así, los conflictos se multiplicarán en pocos años, auguró ayer Oriol Homs, presidente de la Associació Catalana de Sociologia (ACS). “Los extranjeros están muy contentos aquí porque mantienen la esperanza de prosperar. Ahora vivimos un periodo de bonanza económica y debemos reforzar el Estado del bienestar para encajar a estas personas en el conjunto de la ciudadanía”. Es decir, que las soluciones tienen que empezar a surgir ya, porque cuando ascender socialmente sea mucho más difícil, será realmente complicado resolver el malestar de los autóctonos y la frustración de los recién llegados, subrayó el dirigente de esta filial del Institut d’Estudis Catalans.
Homs hizo este comentario en la presentación del anuario Societat Catalana 2007, en el que varios expertos han analizado los elementos que marcaron el devenir de esta comunidad el año pasado. De todos ellos, el que sobresale es la inmigración, un fenómeno transversal “que llega a influir hasta en la estructura de los hogares”, afirmó la socióloga Teresa Montagut, coordinadora del libro.

POBLACIÓN MÁS JOVEN
Según Montagut, los foráneos han contribuido a rejuvenecer la sociedad catalana, aunque siguen siendo considerados como “ciudadanos de segunda” que ni siquiera pueden votar y que tienen los peores trabajos porque muchos autóctonos pueden permitirse el lujo de rechazarlos. Un panorama negativo que acaba redundando en toda la población, puesto que estas situaciones “empeoran las condiciones laborales” de todo el mundo y se generan problemas de convivencia que pueden derivar en la expansión de partidos políticos xenófobos.
Estos conflictos en el seno de la llamada sociedad de la inmigración se abordan ampliamente en varios artículos del anuario publicado por la ACS, de los que se desprende que el derecho a votar y una inserción laboral con garantías facilitarían que los extranjeros se vieran más bien acogidos. Eso serviría para que pudieran conformar una identidad colectiva con la población autóctona.

LA EDUCACIÓN
Para los expertos, otra acuciante actuación debería afectar al sistema educativo porque, pese a que inmigración y fracaso escolar no vayan ligados, lo que sí causa un descenso en los resultados es la excesiva concentración de alumnos extranjeros en un mismo centro. “Hay que evitar la zonificación de los foráneos”, reclamó Homs, quien insistió en educar a todos los ciudadanos en la multiculturalidad.

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