El pesquero Montfalcó navega rumbo a España con sus seis tripulantes y los 26 inmigrantes de Costa de Marfil que recogieron cerca de aguas de Malta el pasado sábado, sin que ningún país de la zona se quisiera hacer cargo de ellos, lo que ha vuelto a reabrir un debate sobre la aplicación del auxilio en el mar y la responsabilidad en la acogida de los países comunitarios.
Debido a la escasez de viveres , el Ministerio de Fomento ha fletado en auxilio del pesquero uno de los buques más modernos de Salvamento Marítimo que previsiblemente llegará hoy al encuentro del Montfalcó al sur de Cerdeña.

El Clara Campoamor se dirigirá al encuentro del Montfalcó donde apena hay espacio para albergar a los subsaharianos. El capitán del Montfalcó, Rubén Vázquez Rey, aseguró que «la situación está más o menos controlada» ya que todos los inmigrantes se encuentran «generalmente bien y con buen apetito».

Sin embargo es la alimentación uno de los principales problemas ya que la falta de comida les obliga a racionarla.

«Algo quedaba en el barco y le comenté al cocinero que fuera viéndolo y racionándolo» señaló Vázquez, que además confirmó que ayer una patrullera de Malta les trajo «un poco de agua y unas mantas» aunque «comida muy poca. Muy poquita cosa, pero pienso que el cocinero no duda en que llega la comida» añadió el capitán en declaraciones a RNE.

Rubén Vázquez afirmó ayer que si no los hubiese recogido «estarían muertos. Iban como sardinas en lata en un bote de cinco metros».

Fue el sábado por la mañana cuando Vázquez decidió que los inmigrantes que seguían al pesquero desde la noche anterior subieran a bordo porque «venía el mal tiempo y su barca no habría aguantado».

Negativa de Malta

El barco inició su regreso hacia España el lunes por la noche, después de que las autoridades españolas llevaran a cabo intensas gestiones con Libia y Malta para que uno de estos dos países se hiciera cargo de los náufragos. Según fuentes de ACNUR, «los inmigrantes son todos de Costa de Marfil y pueden haber huido de su país porque estaban perseguidos».

Una vez que el pesquero Montfalcó llegue al puerto tarraconense, las autoridades se harán cargo del grupo y estudiarán caso por caso si estos inmigrantes, se supone que todos ellos varones adultos, reúnen las condiciones legales para pedir asilo en España. Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores se pidió «tranquilidad» y «cautela» para resolver el drama humano de estas personas.

Exteriores confirmó que los inmigrantes vivieron momentos dramáticos antes de ser rescatados por el pesquero español, cuyos responsables se pusieron en contacto con «países de la zona», como Malta, para intentar desembarcar a los subsaharianos, pero se enfrentaron a la negativa de las autoridades de la ex colonia británica, que se negaron a atender a los náufragos porque cuando fueron rescatados por los seis tripulantes del Montfalcó se encontraban en aguas bajo jurisdicción de Libia.

El “Francisco y Catalina”

Este dramático suceso recuerda a la situación vivida por el barco español Francisco y Catalina, con base en Santa Pola, que en julio de 2006 rescató a 51 inmigrantes a 100 millas de la costa maltesa.

El capitán del barco español solicitó a las autoridades de La Valette poder desembarcar a los inmigrantes en uno de los puertos de la isla, pero recibió una respuesta negativa. Tras 10 días de intensas negociaciones y presiones diplomáticas, las autoridades maltesas cedieron, pero una vez en tierra, los inmigrantes fueron trasladados a España para después ser expulsados a sus países de origen.