LA inmigración es la respuesta estrella, junto al paro, la vivienda y el terrorismo, en todas las encuestas que preguntan a los ciudadanos sobre el principal problema de su territorio, Así lo demuestra el último informe de CIS que confirma que un 38% de los españoles citó este fenómeno cuando le interrogaron sobre sus preocupaciones. Con estos datos, el Observatorio Vasco de la Inmigración, Ikuspegi, pretende ir más allá y preguntarse cuánta realidad hay detrás de está opinión. Es la reflexión de su último informe en el que se fija en la “extrema variabilidad que experimenta la opinión pública ante la inmigración”. Si bien es cierto que la percepción de los extranjeros como “problema grave” se ha incrementado en los últimos años mientras en octubre de 2000 tan sólo un 6,3% de los encuestados escogía este fenómeno como preocupación, en diciembre de 2006 lo hacía el 38% también es verdad que las diferencias se disparan en momentos puntuales, como ocurrió en septiembre debido a “la imagen machacona de aquel verano de los cayucos llegando a Canarias”, según observa Ikuspegi. No obstante, este organismo pone el acento en “la enorme diferencia entre quienes eligen la inmigración como primer problema y quienes lo citan como el problema que les afecta personalmente”. Actualmente, sólo un 12% cree que los extranjeros suponen un problema que les influye. “Es como si nos encontráramos ante un problema grave para el Estado español pero que en absoluto resulta serlo para sus ciudadanos”, explica Ikuspegi. Consciente de que “la opinión es independiente del conocimiento y de la experiencia personal”, el Observatorio Vasco concluye que la preocupación de la sociedad está provocada por su tratamiento en los medios y en la política.