Fatima Hamed tiene desde anoche una página reservada en el almanaque de la democracia en Ceuta. Esta abogada de 29 años, número cuatro de la candidatura de UDCE – IU es, junto a la popular Rabea Mohamed, la primera diputada musulmana, un hito al que ella resta importancia. «Es sólo el reflejo de la sociedad en la que vivimos, no debería tener mayor relevancia», zanja.

Hamed es sin quererlo la cara del triunfo de la coalición que lidera Mohamed Ali. Ella ocupará el escaño que ha ganado UDCE – IU en estas elecciones. «Es todo un triunfo, hemos crecido en número de votantes y en porcentaje de votos», apunta señalando que su formación, más que robarle el electorado al PDSC, que sólo ha perdido 464 votos ha sumado 2.070 votos más, especialmente entre el «voto joven». Un electorado, señala Fatima Mohamed, que UDCE – IU ha trabajado especialmente durante esta campaña.

Los sondeos apuntaban a que UDCE crecería en estas elecciones y no se equivocaban. Así que pensar en un puesto de diputada no era descabellado. «Es un orgullo ser la primera diputada musulmana, aunque no debería ser tan importante», subraya Fatima Hamed, que confiesa estar sorprendida por el revuelo que se ha montado en torno al pañuelo. «No esperaba esta reacción, dándole bombo y platillo al pañuelo», lamenta, «antes que mujer o musulmana soy ciudadana».

Hamed prefiere mantenerse ajena a estas polémicas y trabajar para que la «coexistencia se convierta en convivencia». Y es que para Fatima Hamed lo que verdaderamente es una responsabilidad, más que ser la primera concejal musulmana, es «ser diputada y representar a los ciudadanos, a todos, no sólo a los que te han votado».

Objetivo: igualdad

«Que lleve pañuelo o no carece de relevancia, es sólo apariencia externa», insiste, «los que hemos sido prejuzgados tenemos mucho cuidado con estas cosas». Hamed de declara sólo «una ciudadana más a la que por formación y capacidad han escogido para ir en una candidatura y ha resultado elegida».

Dos son los objetivos que se plantea como diputada: trabajar por los ciudadanos, especialmente por la mujer y lograr mayores cotas de igualdad en Ceuta. «Es obvio que hay que igualar posiciones, equilibrar oportunidades, hay que acabar con eso y para ello hay que trabajar por los más desfavorecidos», denuncia Fatima Hamed.