La integración laboral de los inmigrantes que residen en España tiene una cara poco agradable. Los extranjeros sufren con más intensidad el desempleo, con una tasa del 12,51% muy superior a la media española del 8,47%. Sin embargo, entre los inmigrantes existen muchos contrastes, desde un desempleo casi inexistente en los de Europa del Este (1,27% en Catalunya y 6,12% en el conjunto de España) a un paro gigantesco del 37% en las mujeres africanas.
Estos datos figuran en un estudio editado por el departamento de Economia de la Generalitat realizado por Cristina Fernández cuando formaba parte de un centro de investigación del IESE. Según el informe, los africanos son los que presentan un desempleo más importante, que llegó al 18,58% en Catalunya y al 16% en España en el 2005 en el caso de los hombres, y al 37,5% y 32,9% para las mujeres procedentes de ese continente residentes en la autonomía y el conjunto del país.
A continuación figuran los hombres procedentes de América Latina, con un desempleo del 11,9% de media española y de un 6,98% en Catalunya. Las mujeres latinoamericanas sufrían un paro por debajo del 11%.
En cambio, los trabajadores de países de la Europa oriental tienen menos desempleo que los españoles: 6,12% frente al 8,47% en toda España y 1,27% frente al 6,7%.
A diferencia de los desempleados de países europeos, los extracomunitarios recurren más a la red de familiares y conocidos para encontrar trabajo seguido del contacto con los empresarios y la oficina de empleo pública. En cambio, hay muy pocos extracomunitarios (un 17%) que busquen empleo a través de los anuncios publicados en la prensa.
A pesar del paro elevado entre los inmigrantes, el colectivo presenta una tasa de actividad superior a la media española: del 76,3% frente al 58,5%. De los casi cuatro millones de extranjeros residentes en España en el primer trimestre de este año, 2,6 millones trabajan y otros 382.900 estaban en situación de desempleo, según la encuesta de población activa (EPA).
La autora del estudio destaca que “el mercado de trabajo está absorbiendo el boom inmigratorio”, con una tendencia a la “disminución del diferencial en las tasas de paro entre la población nacional y la inmigrante a medida que aumentan los años de residencia”.

ALTA TEMPORALIDAD
Los sindicatos UGT y CCOO advierten de que la elevada temporalidad de los trabajadores foráneos, que supera el 50% frente a una media del 31%, también influye en que estén más expuestos a periodos de paro hasta que encuentran otro empleo. Esa situación explica el aumento interanual de un 30% en marzo del número de perceptores de la prestación por desempleo, que ascendieron a 96.212 personas. En los tres primeros puestos se encuentran los marroquís, ecuatorianos y colombianos.
Además, durante el proceso de regularización puesto en marcha por el Gobierno central, muchos inmigrantes se inscribían en el desempleo para optar a la obtención del permiso de trabajo. A esa situación hay que añadir que algunos extranjeros pedían empleo en los sectores en los que era más fácil lograr la regularización, aunque posteriormente se encontraran en el paro, según Raquel Gil, responsable de Amic, el centro de atención a los inmigrantes de UGT.

REAGRUPAMIENTO
El reagrupamiento familiar al que tienen derecho los extranjeros con una situación legalizada fomenta, según Ghassan Saliba, de CCOO, que haya inmigrantes que tienen permiso de residencia pero no de trabajo que se inscriban en la oficina de empleo. De esa manera pueden acceder a cursos de formación y ponerse en contacto con empresas de cara a la búsqueda de empleo.