No es como en 'Pretty Woman'
El Periodico, , 28-05-2007GEMMA Lienas
Estoy tomando una cerveza en un bar céntrico, de mesas grabadas a punta de cuchillo. “Todas putas menos mi madre”, afirma un grafito en la más pura línea de macho troglodita.
Afortunadamente, la comisión para el estudio de la prostitución del Congreso de los Diputados no ha bendecido esa tesis patriarcal de “una mujer para cada hombre y unas cuantas para el consumo general” y ha determinado que la prostitución no puede considerarse una actividad laboral. La conclusión ha disgustado a algunos colectivos de prostitutas que reclaman poder ejercer sus libertades individuales y que se diferencie entre la prostitución voluntaria y la forzosa.
El problema es que no hablamos de libertades individuales, sino de cuestiones estructurales que afectan al tipo de sociedad y a los modos de relación que construimos. Libertad individual es que una mujer decida cobrarle a un tío por echarle un polvo. Cuestión estructural es determinar que eso sea un trabajo y condenar, pues, a las mujeres, pobres e inmigrantes (el 90% de las personas en situación de prostitución) a vender servicios sexuales a los varones ricos (99,7% de los usuarios), acostumbrados desde hace siglos a tener a su disposición un cupo de cuerpos femeninos.
Y aquí arranca el segundo problema. Prostitución forzosa es la de las mujeres traficadas por mafias. Pero forzosa también significa que las condiciones de pobreza de sus países de origen impulsan a muchas mujeres a tomar la decisión voluntaria de irse a hacer de putas a los países ricos.
Y mientras, la ciudadanía está perpleja. ¿La prostitución no es un trabajo? Si lo afirma la jueza, la antropóloga, la política… desde su mesa de despacho. Si los medios de comunicación así nos lo hacen creer, invitando a sus debates a mujeres encantadas de ejercer esa actividad o poniendo una y otra vez la glamurosa Pretty Woman. ¿No será que quienes se oponen a regular la prostitución como trabajo son personas puritanas? Pues no. Será que hemos hablado con muchas prostitutas que consideran que eso es un horror y no un trabajo.
¿O usted lo ve como un trabajo? ¿Para su hija, por ejemplo?
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