J. F. C.

MADRID. 1.746.820 electores están llamados hoy por vez primera a las urnas en unas elecciones municipales. Además se duplica el número de extranjeros con derecho a voto, según el INE. Esos jóvenes no habían cumplido los 18 años en los comicios de 2003. La media sobre el total de electores españoles residentes en España es de cinco de cada cien (5,17 por ciento), pero las ciudades de Ceuta y Melilla lo superan de forma amplia, con casi ocho votantes de cada cien en Melilla y Ceuta (7,9 y 7,7 respectivamente).

De la España peninsular, prácticamente si se trazase una raya por la mitad quedaría vista la situación, con todas las provincias andaluzas junto a Badajoz, Las Palmas y Murcia como principales núcleos (en porcentaje) de votos «primerizos». Donde tendrá mayor influencia el votante novel, – además de las citadas Ceuta y Melilla – , será en Cádiz, con 6,6 por ciento de nuevos electores. No es un porcentaje amplio, pero sí a tener en cuenta, como en las ciudades de Jaén y Almería. Las provincias de Madrid, Barcelona y Valencia no llegan a un 5 por ciento de nuevo electores.

Por debajo de 29 años

La situación es similar si se amplía el campo de acción de la juventud hasta los 29. Por debajo de los 30 años existen más de seis millones de españoles llamados a ejercer hoy su derecho al voto. De ellos, 3.195.035 son hombres, lo que supone un 51,2 por ciento del total. Y es que en todas las franjas de edad estudiadas existen más hombres que mujeres. Andalucía, Canarias y Murcia son las comunidades con más electores jóvenes, lo que viene a ser una repetición de los votantes noveles. En este espectro de electores la diferencia entre la mitad norte y la mitad sur de España es aún más evidente, porque aparte de las citadas, las otras regiones que superan la media de voto joven (18,47 por ciento) son Baleares, Castilla La Mancha, Comunidad Valenciana y Extremadura. Y Ceuta y Melilla vuelven a ser las zonas de España con mayor incidencia de la juventud: casi uno de cada cuatro electores en Ceuta es joven, porcentaje incluso superado por Melilla. Al otro lado de la balanza se encuentran, por ejemplo, Asturias y País Vasco, con la menor proporción de electores menores de 30 años. En el caso asturiano son 144.403 teóricos votantes, poco más del 15 por ciento de los llamados a las urnas y, entre los vascos, sólo hay 277.608.

Cambios

Desde el punto de vista demográfico, es necesario ampliar la mirada, porque el mapa electoral por franjas de edad permite vislumbrar una España bien distinta a la de las elecciones municipales de 2003. No hace falta que la vista mire más atrás para comprender el cambio sustancial que vive nuestro país. Existen dos datos que son suficientes: en 2007, con respecto a cuatro años antes, existe casi un cuarto de millón menos de electores primerizos y cerca de 300.000 personas más que ya han cumplido los 80 años podrán seguir ejerciendo su derecho al voto. O sea, que la población española que se pierde por abajo se compensa por arriba.

En cifras reales, tenemos para hoy 1.746.820 nuevos electores y 2.117.804 votantes de 80 años o más. En 2003, de los nuevos había 1.991.239 y de los mayores, 1.830.760. Esa población que envejece, ese aumento de la esperanza de vida, esa falta de juventud española (eso sí, suplida por la población inmigrante) se pone de manifiesto cada cuatro años, con unas nuevas elecciones. El peso de la población mayor sobre el futuro político de nuestro país es cada vez superior.

Aún más concentrado que el elector joven se encuentra el voto extranjero, que corresponde a los nacidos en la Unión Europea más Noruega y que suma 334.594 ciudadanos. Lo más significativo de este dato es que se duplica el número, producto, sin duda, de la ampliación de la Unión, ya que en 2003 sólo tenían derecho al voto 153.405 extranjeros. Su influencia, desde un punto de vista general, sería mínimo, pero esa capacidad de concentración (trece provincias) puede tener su importancia en municipios concretos y sobre todo en la provincia de Alicante.

Los electores extranjeros suponen, en conjunto, menos de un uno por ciento del censo, pero casi un 20 por ciento de los mismos se encuentran en Alicante (64.197), la mitad de ellos procedentes del Reino Unido. En trece de las provincias residen al menos siete mil extranjeros con derecho a voto: Alicante, Almería, Baleares, Barcelona, Castellón, Gerona, Madrid, Málaga, Murcia, Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife, Tarragona y Valencia.

Y como siempre que se habla de la población extranjera, existen algunos datos que llaman la atención. Por ejemplo, en Castellón existen más rumanos con derecho a voto (8.124) que electores extranjeros tiene el País Vasco: 5.058. Existe una coincidencia con respecto al voto joven, y es que Asturias y País Vasco son de las comunidades con menor dependencia de los electores extranjeros en porcentaje, pero esta vez superados por Extremadura, con sólo un 0,16 por ciento de electores extranjeros: unicamente 1.440.