La mayor parte de estas mujeres, casi el 90%, lleva a cabo sus servicios en alguno de los 17 clubes que hay en la provincia

vitoria. La prostitución es una realidad cada vez más contundente en Álava. De hecho, los clubes en las afueras de Vitoria, en las denominadas rondas de carretera, afloran con profusión. El entorno de la capital agrupa el 53% de los clubes de toda la provincia. Según Chelo Ordejón, presidenta de Gizarterako, asociación de ayuda a las meretrices, “cada año hay que sumar 100 nuevas prostitutas en Gasteiz y alrededores”.

De ellas, la proporción de mujeres que ejerce la prostitución en pisos, al igual que las que lo hacen en la calle, es muy pequeña. En concreto, alrededor del 8%, según los datos que maneja este colectivo y Emakunde, ejerce en la calle con los peligros que ello supone. Además, las cifras de Gizarterako señalan que el 41% de las prostitutas de Álava trabaja en clubes de la capital, mientras que otro 43% lo hace en clubes de la provincia. A todas ellas habría que añadir un 7% que ejerce en pisos desplegados por toda la provincia.

En cualquier caso, lo cierto es que en Álava existen pocos clubes, sobre todo si se comparan los datos con los que se registran en otros territorios históricos. El listado de estos clubes y locales similares incluye hasta 17 establecimientos, mientras que en Gipuzkoa existen 34 y en Bizkaia, 51. Así, al menos, lo indicaron las responsables de Gizarterako a este diario.

Además, se da un hecho curioso y es que, según la referida asociación, la totalidad de estos locales en la provincia se ubican en términos cercanos a la capital o en la Cuadrilla de Rioja Alavesa.

Ante todo ello, desde Gizarterako explican que “se está dando una evolución importante”, ya que los clubes son el principal foco del ejercicio de la prostitución mientras que la calle y los pisos privados se están quedando obsoletos.

actividades de la asociación Ante estos datos, la referida asociación se ve obligada a multiplicar sus trabajos. Gizarterako se acerca frecuentemente a los lugares de carretera donde normalmente ejercen un mayor número de mujeres para ofrecerlas ayuda, así como para darles preservativos.

El apoyo ofrecido se basa principalmente en el ámbito médico y psicológico y en la medida de lo posible se hace un seguimiento de las chicas. Además de todos estos servicios, Gizarterako acompaña a las mujeres en procesos judiciales que éstas emprenden contra clientes por supuestos casos de malos tratos ofreciéndolas ayuda jurídica.

En ese sentido, Ordejón recordó que muchas de estas mujeres, cuando acuden a su colectivo, afirman estar pagando aún la deuda que contrajeron con aquéllos que las introdujeron en el país, ya que el 80% de las mujeres que ejercen la denominada profesión más antigua del mundo en la CAPV son inmigrantes.

Además en el caso de ser extraditadas, la mayoría se ven obligadas a volver con lo que su deuda alcanza cifras inalcanzables. Para pagarlas las mujeres se ven obligadas a realizar entre cinco y seis servicios diarios. Su situación es crítica. “Las mujeres están totalmente a la merced de los que les metieron en el país, así dejan de visitarnos durante un tiempo diciendo que han ido a visitar a algún familiar, cuando realmente son obligadas a ejercer la prostitución en lugares como Madrid o Valencia”, señala Chelo Ordejón.