Cuando cayó el muro de Berlín, Marinela Stefanut no imaginaba que abandonaría su Rumania natal para terminar criando a sus hijos en Sant Carles de la Ràpita (Monstià). Y mucho menos que ella sería la creadora de una asociación que reúne a unos 1.200 rumanos con el objetivo de mejorar la integración de este importante colectivo inmigrante, que por primera vez tendrá derecho a voto en unas municipales tras el ingreso de su país en la UE.

Stefanut llegó a Sant Carles de la Ràpita en 1998. Nueve años después, esta mujer de 42 años originaria de Transilvania se ha integrado en las listas a través de Convergència i Unió, actualmente en la oposición de una localidad dominada por el PSC. “Tenemos cuatro concejales, pero con Mariela vamos a ver si sacamos ocho”, dice el jefe del cartel convergente, Juan Manuel Martín. En Sant Carles de la Ràpita hay más de 900 rumanos con derecho a voto. Dice haber escogido CiU por “la seriedad y el trabajo”. No habla catalán aún, pero lo entiende y, en cuestión de meses, asegura que lo hablará.