Vemos estos días que aprovechando la bonanza, los cayucos vienen llenos de emigrantes. No me cansaré de decir la pena que ello me produce. Vienen los pobres engañados por las mafias. Para estos sinvergüenzas, las penas, tienen que ser durísimas, pues ellos son los responsables de que algunos mueran. Para abrir los ojos a los que ignoran la cruda realidad es por lo que con total humildad me permito dar y exponer unas pautas, que deseo y espero se hagan realidad.
¡Ojalá! Consiste en lo siguiente: los ciudadanos de los países emigrantes ven nuestras televisiones, y salvo algunas pocas imágenes duras referente a la emigración ilegal, lo que les priva es ver el progreso y la bonanza de nuestro país. Por ello es importantísimo, de la emigración ilegal que nuestra televisión refleje la crudísima realidad mediante abundante y clara visión, e información, que sea asidua, y que las personas que quieran venir ilegales, sepan a lo que se exponen, ya que un emigrante ilegal, es un ciudadano sin ningún futuro, porque al no poder trabajar, sólo les espera, aparte de la repatriación, el hacinamiento, desolación, y la miseria más absoluta. Además, sabiendo ellos la verdad servirá para que no les engañen las mafias con falsas promesas, y si a pesar de todo, alguno quiere venir, que sepa al negrísimo futuro al que se expone. Con mucho dolor pienso en los que se tienen que endeudar, dejar a sus familias para al final, en vez de una vida de progreso, se encuentren lo contrario. Las pautas del saber y no ignorar son igualmente válidas no sólo para la emigración marítima, sino también para la de tierra y aire; casi con seguridad, la mayoría de la emigración sin papeles lo estará pasando peor aquí que en sus países de origen. (…) Si hace falta cubrir equis puestos de trabajo con mano extranjera, me parece perfecto, pero con contratos de trabajo, y me da igual del de color que sean, pero, señores, siempre, emigración con total legalidad porque es bueno y justo para todos.

Sagrario Calvo Cabrero