241.000 inmigrantes ya han montado sus propios negocios
El Mundo, , 25-05-2007Los empresarios extranjeros están revitalizando los comercios de proximidad, según un estudio de La Caixa Los nuevos empresarios de este país ya no se llaman Pedro, Isabel o Fernando sino Shakir, Keita o Zoila. La vieja tienda del barrio ha dado paso al todo a cien, el comercio de ultramarinos ha cedido el testigo al locutorio y el bazar de la esquina ha desaparecido en favor de una carnicería halal.
En la España multicultural del siglo XXI, los negocios de los inmigrantes están revitalizando el mercado de proximidad, dinamizando los barrios comercialmente deprimidos y creando empleo. Un total de 241.000 extranjeros ya trabajan por cuenta propia en España y han montado sus empresas, gran parte de ellas (un 60%) en Madrid, Cataluña y la Comunidad Valenciana.
El estudio El empresariado inmigrante en España, editado por la Fundación La Caixa, rompe algunos de los tópicos y estereotipos que se ciernen sobre los inmigrantes. Así, el informe desmiente el prejuicio de que las empresas creadas por los extranjeros sean la causa del cierre de los comercios autóctonos.
El estudio concluye que la crisis de estos negocios tradicionales es anterior a la llegada de los empresarios inmigrantes y se debe a la competencia de los grandes centros comerciales o la resistencia de la segunda generación a seguir con la tradición familiar.
De esta forma, los extranjeros se dan de alta como autónomos a la edad media de 41 años y comienzan asentándose en determinadas zonas donde, en un primer momento, los locales de alquiler son baratos, debido a la degradación del barrio o a la falta de infraestructuras.
Pero, ¿por qué los inmigrantes son más proclives que la población española a montar sus propios negocios? La respuesta la encontramos en los mayores obstáculos que encuentran a la hora de incorporarse al mercado laboral.
Mujeres emprendedoras
La discriminación, las barreras idiomáticas, la dificultad de reconocimiento de sus títulos educativos, el desempleo… Éstos son los principales inconvenientes con los que se topan en el camino. Ante este panorama, prefieren crear las llamadas empresas de necesidad.
La discriminación afecta principalmente a las mujeres inmigrantes que son más emprendedoras que los hombres. En muchas ocasiones, la única salida que tienen para abandonar el servicio doméstico es montar su propia empresa, lo que también les permite tener un horario más flexible y atender mejor a sus cargas familiares. Así, la colombiana Amparo decidió abrir una empresa junto a sus hijas para evitar ser despedidas, como le sucedió a una de ellas en cuanto se quedó embarazada: «Eso fue lo principal que nos motivó. Que ellas pudieran tener trabajo al mismo tiempo que estaban pendientes de su casa». Pero no todos se lanzan a la aventura empresarial por sus dificultades laborales, sino que otros muchos lo hacen porque ven oportunidades de negocio o por la tradición emprendedora de la comunidad a la que pertenecen, como es el caso de los chinos o los paquistaníes.
Según el estudio de La Caixa, los tipos de empresas que montan son muy variadas. Los comercios de orientación étnica tienen una gran importancia en el sector y se dedican a atender las necesidades de los propios inmigrantes, como las tiendas de alimentación. Otro tipo de negocios son las empresas circuito, que tienen su origen en el propio ciclo migratorio y permiten contactar a los extranjeros con sus países, como los locutorios o los envíos de remesas. También existen compañías especializadas en la población inmigrante que incluyen profesiones liberales que prestan servicios jurídicos o inmobiliarios.
Pero, los inmigrantes también intentan captar a los clientes autóctonos bajo el reclamo de lo étnico, como sucede con las tiendas de artesanía o restaurantes. Y cada vez se abren paso con mayor frecuencia al frente de empresas generalistas.
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