Si hay una constante en la carrera empresarial y presidencial de Donald Trump es

su habilidad para convertir casi todo en negocio. Primero fue su apellido, el cual elevó a categoría de marca global, más tarde surgió la idea de monetizar su imagen como presidente de EE UU, y ahora esa lógica comercial va a aplicarla al sistema migratorio estadounidense con el

lanzamiento de la Golden Card

, una visa de oro que ofrece residencia en este país, con la posibilidad de acceder a la ciudadanía, a cambio de inversión. El nuevo pase legal de Trump solo estará al alcance de aquellos que estén dispuestos a pagar hasta $5 millones de dólares por vivir en este país.

La Casa Blanca ha anunciado el inicio del programa y lo ha presentado "básicamente como una Green Card (carta verde en español, el permiso de residencia permanente que existe desde décadas), pero mucho mejor,

un camino más fuerte y rápido

“. La administración parece obviar que también es una opción mucho más costosa, mientras que el proceso de Green Card puede rondar los $20 mil dólares entre tasas y honorarios legales. La Gold Visa bebe de una figura legal ya existente, la visa EB – 5, creada en 1.990 para atraer inversión extranjera mediante la concesión de residencia a quienes inviertan algo más de un millón de dólares en proyectos que generen por lo menos diez empleos. Este programa ha sido criticado durante años por

su vulnerabilidad en el blanqueo de capitales y el uso de fondos de dudoso origen. Para algunos expertos, cambiarle el nombre y elevar el precio no elimina estos riesgos, sino que aumenta el segmento para que sea aún más opaco el origen del dinero.

No es novedad

Este tipo de atajos legales no son nuevos, sin ir más lejos en España existía hasta hace poco. Según Henley & Partners, una firma consultora especializada en migración por inversión,

alrededor de 30 países han implementado con éxito programas similares. La mayoría ofrece derechos de residencia a cambio de inversión, pero algunos también ofrecen la ciudadanía. Ahora EE UU se acaba de situar entre uno de los territorios países más caros del mundo para obtener la residencia a través de la inversión.

Trump se ha asegurado de que su nueva creación sea bien recibida y ha asegurado que “todo el dinero irá destinado al Gobierno de EE UU”. Su confianza en esta Gold Visa es tal, que incluso llegó a afirmar que con la venta masiva de este permiso legal

se podría pagar el déficit anual del país

, que ronda los $1.300 millones de dólares. Sin embargo, según los expertos, el impacto económico en el país posiblemente sea muy limitado, así ha quedado demostrado en otros territorios donde esta práctica se aplica desde hace tiempo, como Australia o Reino Unido.

La decisión llega después de

un año de fuerte macroredadas migratorias y deportaciones masivas

contra miles de inmigrantes algunos de los cuales llevan años viviendo en este país, y pese a su situación irregular, han pagado sus impuestos a través del sistema paralelo de contribución fiscal conocido como ITIN. Con esta decisión Trump atraer a visitantes de alto poder adquisitivo y retener a los “mejores graduados” de universidades estadounidense, ha dicho la administración a pesar de que el país vive una fuga de talento alimentada por la guerra de Trump contra los centros universitarios y los recortes en investigación.