EEUU defiende que Israel incumpla su deber y extienda el hambre
EEUU defendió ante la Corte Internacional de Justicia que Israel puede acomodar a su antojo las obligaciones como miembro de Naciones Unidas y potencia ocupante. Apoyó que el Gobierno israelí impida el trabajo de las agencias de la ONU, bloquee la ayuda y utilice el hambre como arma de guerra.
Gara, , 02-05-2025Estados Unidos dio de nuevo amparo a Israel en la ruptura con la legislación internacional y sus responsabilidades, al asegurar ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que no tiene obligación de cooperar con la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, Unrwa, en sus intentos de entregar ayuda humanitaria a la población de la Franja de Gaza.
En el tercer día de audiencias ante la CIJ, Josh Simmons, del Departamento de Estado de EEUU, defendió las «preocupaciones serias y creíbles» del Gobierno de Benjamin Netanyahu sobre esta agencia, para justificar el incumplimiento israelí.
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La CIJ escucha esta semana los argumentos de más de 40 países y organizaciones sobre las obligaciones de Israel hacia las organizaciones humanitarias cuando están a punto de cumplirse dos meses de bloqueo absoluto de la entrada de cualquier alimento, combustible o medicamento a la Franja de Gaza.
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En lugar de atender a la supervivencia de los palestinos, Simmons afeó al resto de países que «hayan hablado poco» de las «necesidades de seguridad» de Israel, y «de las serias preocupaciones acerca de que Hamas esté utilizando las instalaciones de Unrwa y la ayuda humanitaria de manera indebida», una acusación israelí que nunca ha probado, pero que utiliza para empujar al enclave a la hambruna.
Como potencia ocupante y también como signatario de la Carta de las Naciones Unidas., Israel tiene obligaciones sobre la protección de la población civil, pero las ha ignorado y las deja en manos de las agencias de la ONU. Ahora también quiere acabar con esta protección vital. EEUU lo justificó retorciendo esta obligación, al asegurar que «también tiene el derecho, mientras sea ocupante, de perseguir sus objetivos militares y gobernar el territorio enemigo».
Simmons sostuvo que el derecho internacional «no impone obligaciones absolutas a una potencia ocupante» hacia la ONU, organizaciones internacionales y terceros Estados con respecto a la ayuda humanitaria.
El artículo 59 del Cuarto Convenio de Ginebra establece que, cuando la población del territorio ocupado «no esté suficientemente abastecida», la potencia ocupante deberá aceptar los planes de ayuda en favor de dicha población y facilitará estos por todos los medios a su alcance. Pero EEUU considera que Israel «conserva un margen de apreciación respecto a qué planes de ayuda permitir».
Israel lleva décadas ignorando las resoluciones de la ONU sobre Palestina y en su última ofensiva contra Gaza ha colocado a Naciones Unidas en el blanco de sus ataques –diplomáticos y militares–. Ha vetado a la Unrwa, a la que acusa de colaborar con Hamas y usa el hambre como arma de guerra hasta el extremo de poner en riesgo la vida de 2,4 millones de personas,
EEUU también defendió que puesto que el Consejo de Seguridad «no ha adoptado ninguna resolución vinculante que exija a Israel cooperar, en concreto, con la Unrwa», «tiene flexibilidad para determinar las medidas apropiadas», obviando el hecho de que el propio EEUU ha vetado varias resoluciones sobre Gaza en el Consejo.
Rusia: «Un peligroso precedente»
Por el contrario, el Gobierno ruso consideró que el veto impuesto por Israel a la Unrwa es «un precedente peligroso». «La legislación de Israel (que prohíbe la Unrwa) no solo es ilegal, sino que constituye un ataque a los principios fundamentales de la ONU. Si se tolera, esto sentaría un precedente peligroso: que cualquier Estado pueda desmantelar una agencia de la ONU simplemente porque la considera incómoda», advirtió Moscú. Por ello, urgió al Ejecutivo israelí a aceptar y facilitar la ayuda a Gaza, recordando que la población de Gaza se encuentra al borde de la hambruna y «enfrenta una desesperación existencial».
Maksim Musikhin, representante del Ministerio ruso de Exteriores, advirtió de que aceptar el veto de Israel a la Unrwa «no solo condenaría a millones de palestinos, sino que destruiría la credibilidad del sistema de Naciones Unidas». Asimismo, defendió que el Estado israelí está obligado a asegurar y facilitar la provisión de ayuda humanitaria sin obstáculos a la población palestina.
En su opinión, la ley internacional «obliga a Israel no solo a aceptar los planes de ayuda, sino a facilitarlos activamente» y las preocupaciones de seguridad no le eximen de cumplir las normas del derecho internacional. Rusia subrayó que el papel de la Unrwa es fundamental y que, de hecho, cubre una obligación del propio Estado israelí. «Su mandato –educación, salud y ayuda de emergencia– no es caridad. Estas son obligaciones legales de la potencia ocupante», advirtió.
En cambio, Israel se ha servido de la propia Unrwa y otros programas de la ONU, «utilizando sus escuelas, clínicas y redes de distribución para mitigar los impactos de sus propias políticas», denunció Musikhin.
Suwar Ashour, de cinco meses, atendido por desnutrición en Jan Yunis. (DPA-EUROPA PRESS)
La propia Unrwa alertó ayer de que «con la disminución de los suministros de alimentos, algunas familias en Gaza comen todo lo que encuentran, incluso cuando ya no esté en buen estado».
Igualmente, el Programa Mundial de Alimentos anunció el viernes que ha agotado todas sus reservas a comida tras más de 50 días de bloqueo por parte de Israel a la entrada de ayuda humanitaria en el enclave, que además desde el 18 de marzo está sometido una reactivación de los bombardeos masivos.
El Gobierno de Gaza subrayó que más de un millón de niños están en riesgo de hambruna y cifró en 52 los muertos por hambre y desnutrición, incluidos 50 niños.
Amnistía Internacional
En su informe de 2024, Amnistía Internacional denuncia que Israel cometió genocidio en Gaza por sus ataques indiscriminados a civiles, el bloqueo de la ayuda y los desplazamientos en masa, así como el de apartheid en Cisjordania al destruir edificios y establecer nuevas colonias.
Israel pide ayuda
Israel pidió a Argentina, Estado francés, Italia, Gran Bretaña, España, Portugal, República Checa, Suecia, Croacia, Grecia, Chipre, Azerbaiyán y Macedonia del Norte asistencia aérea para luchar contra un macroincendio con varios focos incendios fuera de control en torno a Jerusalén.
Israel ataca Siria y agita el caos entre combates en zonas drusas
Al menos 16 miembros de las fuerzas de seguridad sirias murieron en dos nuevos ataques por parte de grupos armados en el sur del país, en medio de un nuevo estallido de violencia que ahora afecta a diferentes localidades de mayoría drusa. Los efectivos de la Seguridad General fueron atacados en puestos de control en la localidad drusa de Ashrafieh Sahnaya, a las afueras de Damasco. Los incidentes se producen en medio de una oleada de violencia, después de que una grabación falsamente atribuida a un líder de esa comunidad insultando a Mahoma provocara actos de protesta entre la mayoría musulmana suní.
Jaramana, en los suburbios capitalinos, registró el martes los primeros enfrentamientos de envergadura que el Observatorio Sirio de Derechos Humanos asegura causaron 14 muertos en diferentes bandos, incluidas las fuerzas de seguridad. La situación se está volviendo caótica y muestra la falta de control del nuevo régimen sirio, que ha intentado integrar a diferentes facciones en las fuerzas armadas, de forma que, lejos de desarmarse, siguen contando con sus cuotas de poder. Así, en los combates están interviniendo fuerzas del Ejército regular y policía ligadas al principal grupo en el poder, HTS, fuerzas tribales, antiguos grupos armados que participaron en el derrocamiento de Bashar al-Assad, e incluso combatientes extranjeros.
Los grupos drusos controlan sus barrios, como en Jaramana, también fruto de estos acuerdos a varias bandas que ha promovido el Gobierno dirigido por HTS, y se enfrentan a la hostilidad de otros grupos armados, ahora integrados en las fuerzas de seguridad tras acuerdos de «desarme», en un escenario similar al ocurrido con la minoría alauita.
En medio de este caos, Israel aprovecha para seguir atacando Siria –que ya ocupa en parte– y ayer bombardeó lo que identificó como «un grupo extremista» que supuestamente se preparaba para lanzar un ataque contra miembros de la comunidad drusa en los alrededores de Damasco. Un dron israelí alcanzó a un grupo de miembros de las fuerzas de seguridad, matando a una persona e hiriendo a varias más. El primer ministro y el ministro de Defensa de Israel, Benjamin Netanyahu e Israel Katz, respectivamente, lo consideraron una «advertencia», y se volvieron a otorgar el papel de defensores de la comunidad drusa, a pesar de las múltiples tendencias religiosas y políticas que la integran.
Londres se une al castigo a Yemen
El Gobierno de los huthíes prometió que el ataque lanzado en la noche del lunes por el Ejército británico contra Yemen, el primero desde el inicio de la operación a gran escala anunciada el mes pasado por el presidente estadounidense, Donald Trump, tendrá consecuencias, y anunció una respuesta a «esta agresión brutal e ilegal». El Ministerio de Defensa británico confirmó ataques de aviones de combate apoyados por EEUU. Washington reivindica que ya ha atacado más de mil objetivos en Yemen, aunque reconoce que la operación no ha logrado detener a los huthíes en su campaña contra intereses israelíes en la navegación por el mar Rojo.
Pero muchos de sus blancos han sido civiles, como el caso de la masacre en un centro de detención en Saada, donde mató a 68 inmigrantes africanos retenidos allí.
El etíope Abed Ibrahim Saleh, una de las docenas de personas heridas. relató el horror de tres ataques consecutivos: «Todos los cuerpos estaban desmembrados. No puedo describirlo, un brazo allí, una pierna allí, no quiero recordar esa escena». El líder de la comunidad somalí en Yemen, Abdelkader Mohammed al-Moallem, denunció «un crimen injustificable» por parte de EEUU, que «tiene en la mira a los migrantes pobres que pasan por allí».
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