La obispa y el juez
Deia, , 24-01-2025En estos momentos hay sobre la faz de la tierra varios seres humanos, mejor dejémoslo en seres, que dan más miedito que un mono con dos pistolas. Qué digo yo un mono, que un batallón de primates armados con lanzamisiles. La palma se la lleva Trump, que hace temblar al planeta, a golpe de cadera, cada vez que baila. Con lo a gustito que estaría retirado con su botón de la coca-cola instalado, qué sé yo, en la Estación Espacial Internacional y se empeña en desgobernar el mundo desde el despacho oval, indultando a reos por centenares y amenazando a los colectivos más vulnerables. Lo que viene a ser el mando al revés.
Menos mal que aún quedan personas, como la obispa Mariann Edgar Budde, que les plantan cara con un par… de buenas razones, pedirle desde el púlpito que tenga “misericordia” con los inmigrantes y con los gais, las lesbianas y los niños transgénero. El retropresidente se picó y exigió que le pidiera perdón, pero ella, que de eso sabe más por razones obvias, vino a contestarle en varias entrevistas que espere sentado. Qué gusto llevarle la contraria en nombre de millones de damnificados.
A la espera de que se obre el milagro y alguna fuerza divina nos libre de todo mal, ya me entienden, por estos lares indigna el interrogatorio del juez Carretero a Elisa Mouliaá. Dice que se siente linchado. Nosotros, violentados por su tono, sus palabras… Por las formas muere el juez.
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