La ILP para regularizar a medio millón de migrantes, en riesgo de quedar bloqueada en el Congreso

Pronto se cumplirán cuatro meses desde que PSOE y Sumar alcanzaron un acuerdo para poner punto y final a la fase de presentación de enmiendas y abrir la negociación parlamentaria.

Público, Samuel Martínez, 21-01-2025

Aitor Esteban, portavoz en el Congreso del Partido Nacionalista Vasco (PNV), deslizó el 18 de diciembre en una intervención en la tribuna de la Cámara Baja que, una vez aprobada la reforma del Reglamento de Extranjería, su grupo ya no encuentra sentido a la ILP de regularización de 500.000 migrantes. “Ya no le vemos mucho recorrido, a no ser que se quieran suprimir las fronteras”, deslizó con cierta sorna. Fue un mal augurio para el avance en las Cortes de la regularización de migrantes.

Fuentes parlamentarias participantes de la negociación reconocen, en conversación con Público, que no advierten las condiciones necesarias para que se termine alcanzando un acuerdo que vuelva a desencallar la situación. La sensación es de embarrancamiento total. Antes, sin embargo, la ILP ya permaneció varada en la fase de presentación de enmiendas hasta nueve meses, desde abril hasta septiembre de 2024.

Fue entonces cuando Sumar, tal y como adelantó Público, logró arrancar un acuerdo al PSOE para dar un paso más, cerrar el plazo de registro de enmiendas e iniciar una negociación con las propuestas oficiales de cada partido delante. Pero aquel primer bloqueo precedió, como se demuestra ahora, a un segundo. Desde entonces, han pasado prácticamente otros cuatro meses sin apenas avances, según ha podido saber este medio.

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“No hay voluntad política”, deja claro un diputado miembro de uno de los partidos del bloque de investidura que es parte activa de la negociación. Es un sentimiento que comparte Victoria Columba, portavoz de Regularización Ya, una de las asociaciones promotoras de la iniciativa. Prueba de esa falta de voluntad son las declaraciones de Aitor Esteban el 18 de diciembre.

Aquellas fueron unas palabras que se pronunciaron el mismo día en el que se aprobó la reforma del Reglamento de Extranjería. Y ese es, según las fuentes consultadas, un elemento importante. “La aprobación de aquel Reglamento justo ahora ha sido un misil en la línea de flotación de la ILP”, explica una fuente de Esquerra Republicana. Y otra, en este caso de Sumar, lo corrobora.

La nueva normativa, entre otras cosas, reduce de tres a dos años el tiempo que una persona migrante en situación irregular tiene que haber residido en España para poder optar a un permiso de residencia por arraigo y reconoce el arraigo sociolaboral a quien presente una oferta de trabajo de 20 horas semanales.

Los promotores de la iniciativa piden poner el contador de personas en situación irregular a cero

Son una serie de cambios que reciben bien ―aunque con reticencias― las organizaciones de protección a las personas migrantes, pero que, insisten, “jamás deberían sustituir la ILP de regularización”. Columba subraya la necesidad de “poner el contador de personas irregulares a cero”. La portavoz de Regularización Ya remarca que “han sido, precisamente, las vías ordinarias [la Ley de Extranjería] las que han creado una gran bolsa de personas sin regularizar”. Por eso, para que el nuevo Reglamento sea útil, es importante dejar esa bolsa vacía.

Las negociaciones, encalladas
En este momento, la ILP transita por la fase de ponencia, que tendrá que emitir un informe. Si siguiera el curso habitual, ese informe se aprobaría y la iniciativa pasaría a debatirse en el seno de la comisión, que, a su vez, redactaría y aprobaría un dictamen. Es ese documento, en el que figura el acuerdo primigenio alcanzado entre los grupos sobre la propuesta inicial, el que se termina votando en el Pleno. Todo eso está muy lejos de pasar.

Las voces consultadas de las formaciones a la izquierda del PSOE consideran que “el Gobierno no está situando la ILP como un objetivo central” y algunas de ellas llegan a sugerir que la aprobación de la reforma del Reglamento de Extranjería se está utilizando para tratar de restar importancia al hecho de que la ILP pueda llegar a quedar olvidada en un cajón.

Fuentes de Podemos acusan al PSOE de intentar “desmantelar una iniciativa respaldada por más de medio millón de firmas a través de una reforma del Reglamento de Extranjería que no resolverá el grueso del problema”. “Es intolerable”, critican.

Es un extremo que rechazan por entero las fuentes del Grupo Socialista consultadas por Público. Si bien reconocen que la reforma del Reglamento cambia las cosas y que la ILP tendrá que adaptarse, subrayan que su objetivo sigue siendo trabajar con el resto de grupos para encontrar un texto que contente a todas las partes, algo que se antoja muy complicado.

Alargar la fase de ponencia
Para empezar, las propias enmiendas registradas por formaciones como PP y PNV son incompatibles con lo que piden las formaciones de izquierdas, toda vez que van por el camino de restringir el alcance de la ILP vinculándola por entero a los contratos laborales. Los grupos de izquierda podrían llegar a plantearse rebajas para desatascar la iniciativa, pero aseguran que existe poco interés en el resto de interlocutores.

Lo que no quieren que ocurra ni en pintura los promotores de la ILP, que están disgustados con el devenir de las cosas en el Congreso en general ―prácticamente no se salva ninguna fuerza política―, es que se lleve el dictamen de comisión a Pleno sin acuerdo. “No queremos que se escenifique que se ha intentado sacar adelante, pero que ha sido imposible”.

Con todo, la línea estratégica de las próximas semanas por parte de las formaciones de izquierdas será citar en el Congreso, precisamente, a los promotores de la iniciativa.

Primero, para volver a poner en la agenda pública la ILP. Segundo, para que expliquen la necesidad de aprobarla a pesar de la reforma del reglamento. Y tercero, para ganar tiempo, alargar la fase de ponencia, evitar el escenario de una votación definitiva sin acuerdo y tratar de dar con la tecla para acercar de nuevo a la negociación a las formaciones de derechas, que, aunque al principio se abrían a hablar empujadas, entre otras cosas, por entidades de perfil religioso como Cáritas, han ido distanciándose con el paso de los meses.

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