Los graves incidentes en Mestalla con Vinicius en el foco han vuelto a poner de relieve una realidad incómoda para el deporte español. El racismo está todavía presente en los recintos deportivos y aunque lo cierto es que no es un problema generalizado, tal y como refleja el porcentaje de este tipo de episodios de xenofobia sobre el total de los incidentes (un 1,7 % en la temporada 2021-22), sí que es una mancha al alza, tal y como denota el incremento de los últimos años.

Según los datos del Consejo Superior de Deportes (CSD) en materia de propuestas de sanción en estadios y pabellones de competiciones profesionales (Primera y segunda categorías del fútbol masculino y la Liga ACB de baloncesto), los episodios de carácter racista en los recintos deportivos pasaron de 3 en la campaña 2018-19 a 19 en el curso 2019-20 y 28 en la 2021-22, el máximo histórico de la última década. Se da una excepción en la temporada 2020-21, marcada por la práctica total ausencia de público en las gradas provocada por la pandemia de la covid-19 y en la que aún así se produjo un incidente.

Así las cosas, la tendencia frena el descenso de episodios racistas en los recintos deportivos tras los picos de las temporadas 2013-14 y 2014-15, cuando se registraron 26 y 22 propuestas de sanción por xenofobia. Desde 2015 a 2018 el máximo fue de 13 en el curso 2016-17, con una media inferior a la decena de casos, muy inferior a las cifras actuales. En las temporadas 2009-10 y 2010-11 se registraron 26 y 27 casos, antes del descenso significativo de las campañas 2011-12 y 2012-13, con 7 y 9.

Pese al preocupante incremento de los casos de racismo en los estadios españoles, el porcentaje de este tipo de incidentes sobre el total de los que el CSD documenta sigue siendo bajo. En la temporada 2021-22 solo el 1,7 % de las propuestas de sanción del organismo rector del deporte español correspondió a actos xenófobos. Se trata de un registro alto en comparación con la media de la década anterior aunque inferior al 2,67 % del curso 2019-20, el pico más alto en este aspecto.

Promover o participar en altercados es la causa de propuesta de sanción más habitual, por encima del consumo o la introducción en el recinto de bebidas alcohólicas; la agresión o el insulto a policías y vigilantes de seguridad; el uso de petardos, bengalas o botes de humo y el consumo de sustancias estupefacientes. En total, hasta 1.669 casos que suponen un incremento del 38,4 % respecto a la temporada 2018-19, la última que se puede analizar sin el sesgo de la limitación de aforos por la pandemia de covid.

En la temporada 2021-22 se produjeron un total de 1.669 propuestas de sanción, un 38,4 % más respecto a la 2018-19, la última no condicionada por las restricciones de la pandemia de covid
Los casos de incidentes racistas se localizan en su inmensa mayoría en el interior de los estadios y pabellones, donde se aprecia un claro incremento del porcentaje sobre el total. El 96,4 % de los casos de xenofobia en la campaña 2021-22 se produjeron en el recinto deportivo, un registro que contrasta con el 66,6 % del curso 2018-19, el último con aforos completos y normalidad en las gradas antes de la pandemia de covid
Las cámaras y los protocolos de acceso, en algunos casos incluso con control de huella dactilar para las zonas de animación donde se concentran los seguidores más radicales, permiten un monitoreo más estricto de todo lo que ocurre dentro de los estadios. Por contra, resulta mucho más complicado para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad identificar a los participantes en concentraciones en las que se profieren cánticos racistas y constitutivos de delitos de odio a la llegada de los equipos o en las horas previas al partido.