El embajador de Brasil en España, Orlando Leite, ha solicitado al menos cinco reuniones de alto nivel para tratar el conflicto diplomático generado entre España y Brasil por los insultos a Vinicius el pasado domingo. Según fuentes diplomáticas, el jefe de la embajada ha solicitado reuniones a la ministra de Igualdad, Irene Montero; a la Fiscalía General del Estado; al presidente del Real Madrid, Florentino Pérez; al presidente de LaLiga y al presidente de la Real Federación Española de Fútbol.

Por el momento, Javier Tebas parece que será el primero en recibirle. El próximo lunes han concertado una reunión para tratar los insultos racistas al jugador del Madrid en el estadio de Mestalla y la reacción de LaLiga ante el suceso.

Los insultos han generado una ola de indignación en Brasil, copan las portadas de todos los periódicos y un montón de minutos de los informativos en las principales cadenas de televisión. Desde primera hora de este lunes la embajada brasileña ha estado enviando cables al gobierno brasileño, cuyo presidente, Lula da Silva, ya reaccionó este mismo domingo por la noche con duras palabras por lo ocurrido.

Una posibilidad que se está planteando, según las mismas fuentes, es que la Policía Federal de Brasil abra un expediente por los insultos, invocando a la jurisdicción internacional brasileña.

Además, El ministro brasileño de Justicia, Flávio Dino, afirmó este lunes que Brasil estudia adoptar el principio de extraterritorialidad si considera que las autoridades de España omiten tomar medidas.

“Estamos estudiando la posibilidad de aplicar el principio conocido como extraterritorialidad. El Código Penal prevé que, en algunas situaciones excepcionales, es posible aplicar la ley brasileña en caso de crímenes contra brasileños incluso en el exterior”, dijo el ministro en declaraciones a periodistas.

Dino aclaró que por ahora se trata de estudiar las posibilidades en “la eventualidad de que consideremos que las autoridades españolas se omiten”.

En un mensaje que publicó en su cuenta en Twitter, aclaró que el Código Penal prevé que la Justicia brasileña puede hacer uso del principio, en caso de que el Gobierno se lo solicite, como “remedio extremo” ante un crimen sufrido por un brasileño en el exterior.

Según Dino, se trata de una herramienta que puede ser útil “en caso de inercia de las autoridades competentes y que puede funcionar como respuesta a agresiones injustas contra un compatriota”.

Para comprender un poco esta reacción, aunque no tenga quizá demasiado recorrido judicial en España, hay que tener en cuenta que Brasil tiene un 40% aproximadamente de población negra o mestiza, un ministerio de Integración Racial y una ley muy dura contra el racismo.

Por estas mismas razones, en Brasil se ha considerado que la reacción de las distintas instituciones españolas ha sido muy tibia ante los insultos. Entre las que peor han sentado al otro lado del Atlántico, está en la del propio Valencia y un comunicado del Consejo Superior de Deportes donde ni siquiera se menciona a Vinicius.

En el lado opuesto, estas mismas fuentes explicaron que la reacción del presidente del Gobierno y la Real Federación Española de Fútbol sí que ayudan a suavizar las cosas. No obstante, no se espera que este incidente afecte a las relaciones comerciales o de otro tipo entre España y Brasil, aunque sí que supone “un daño muy grave a la imagen de España” en ese país.

BRASIL EXPRESA SU “DESCONTENTO” A LA EMBAJADORA ESPAÑOLA
Por su parte, el gobierno brasileño llamó este lunes a la embajadora de España para expresar su “descontento” por los actos racistas contra Vinicius. “Hubo un contacto telefónico” con la representante española, María del Mar Fernández-Palacios, “para transmitir el descontento del gobierno brasileño ante los reiterados ataques racistas contra el jugador”, ha asegurado a France Press una fuente de la cancillería.

Brasilia le expresó a la diplomática su “expectativa de que sean tomadas medidas en el caso” por las autoridades españolas de gobierno y del deporte.