El 'caso Vinicius' emponzoña el fútbol y daña la imagen de España

La polémica por los insultos racistas al brasileño, por los que la Fiscalía de Valencia ha abierto una investigación por presunto delito de odio, trasciende los límites del deporte y castiga la inacción institucional

Diario Vasco, Óscar Bellot Madrid, 23-05-2023

El ‘caso Vinicius’ ha rebasado las fronteras del deporte, minando la imagen de España mientras las instituciones, que deberían haber actuado antes de que el río se desbordase, echan balones fuera y se enzarzan en guerras de comunicados que no ayudan a solucionar un problema que daña la convivencia entre aficionados y amenaza con dinamitar la competición. «No podemos permitir que el fascismo y el racismo se instalen en los estadios de fútbol», avisaba el mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, durante una intervención en el marco de la cumbre del G-7 desarrollada en Hiroshima. Una cita de enorme trascendencia en el plano geopolítico que no fue ajena a la lacra del racismo en los campos de fútbol españoles.

Las palabras del presidente de una de las naciones con mayor peso internacional al salir en defensa de su compatriota después de que Vinicius fuese insultado en Mestalla al grito de «mono» denotan el grave daño reputacional que está causando a España la inacción institucional alrededor de un asunto como el del racismo con el que no caben medias tintas y que demanda acciones drásticas por parte de organismos que hasta el momento han preferido mirar hacia otro lado, contribuyendo con ello a que se hiciese más grande una bola que está arrastrando por el fango al fútbol español. «Le insultan en todos los estadios a los que acude. Creo que es importante que la FIFA, la Liga española, las ligas de otros países tomen medidas», incidió Lula da Silva después de que Vinicius cargase contra la patronal que agrupa a los clubes de Primera y Segunda.

«No es la primera vez, ni la segunda, ni la tercera. El racismo es normal en LaLiga. La competición cree que es normal, la Federación también y los adversarios la alientan», explotó el futbolista del Real Madrid en sus redes, donde extendió el alcance de su acusación a la sociedad española. «Un país hermoso, que me acogió y que amo, pero que ha aceptado exportar al resto del mundo la imagen de país racista. Hoy en Brasil, España es conocida como un país de racistas», agregó el carioca.

Javier Tebas salió al paso de la diatriba de Vinicius recordándole al futbolista las nueve denuncias que ha presentado LaLiga por insultos racistas esta temporada, ocho de ellas con Vinicius como víctima aunque tres ya archivadas por las respectivas fiscalías de Barcelona, Baleares y Madrid, y descargando la responsabilidad en los organismos competentes para imponer sanciones en estos casos como son la Federación Española de Fútbol (FEF), a través del Comité de Competición, y el Gobierno, mediante las disposiciones de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte y las actuaciones del área contra los delitos de odio y discriminación de la Fiscalía General del Estado.

Precisamente ante esta última ha presentado el Real Madrid la correspondiente denuncia por los graves hechos acaecidos en Mestalla, idéntico paso al que han dado el Movimiento contra la Intolerancia (MCI) y la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).

El Valencia expulsará a los culpables
«Hay un problema en nuestro país de comportamiento y educación. Mientras haya uno solo que insulte por condición o por color de piel, tenemos un grave problema. Un indeseable, dos o un grupo. Da lo mismo. Mancha a todo un país, a una ciudad y a un club», recogía el guante Luis Rubiales en una intervención desde la Ciudad del Fútbol de Las Rozas en la que el presidente de la FEF demandó unidad y exigió la ayuda de todos los estamentos para atajar de raíz el problema. «En situaciones parecidas no nos han dejado sancionar por diversas disposiciones. Pido a los clubes que no dilaten el cumplimiento de las sanciones. La ley actual nos permitirá actuar de otra manera y de forma inmediata, como pasa en Inglaterra», arguyó el máximo dirigente federativo.

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