El 12% de hijos de migrantes tiene dificultades para entrar en el mercado de trabajo, según una investigación elaborada por el Instituto de Investigación Ortega y Gasset. Mientras, los hijos de españoles cuentan con un 36% más de posibilidades de acceder al proceso de selección de las ofertas laborales. En el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, que se celebra este martes, la socióloga Rosa Aparicio ha explicado que este “sesgo discriminatorio” influye en el proceso de decisión de aceptar o rechazar una candidatura. Pero no solo eso, Aparicio añade que “entran en juego una multiplicidad de factores difíciles de delimitar”.

El nivel de cualificación, la situación específica del mercado laboral en cada momento, el tipo y las características concretas del empleo y el grado de transversalidad de la profesión son unos ejemplos. Así como el nivel general de demanda en un contexto concreto son algunos de esos factores.

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La investigación, además, expone la existencia de diferencias en el nivel de opresión de distintos colectivos migrantes. De esta manera, los descendientes de marroquíes cuentan con un 50% de probabilidades de ser rechazados en comparación a los peruanos y chinos, que tienen un 30% y un 31,7%.

Existe, por otro lado, una “discriminación positiva o inversa” en nichos concretos del mercado laboral que buscan perfiles específicos. La reciben un 4,6% de hijos de migrantes chinos en empleos cualificados y técnicos, y un 4,8% de varones marroquíes en el ámbito del tercer sector.

El género es otra cuestión que también influye a la hora de sufrir una mayor o menor opresión. Las diferencias más evidentes se dan entre hombres y mujeres de Marruecos y de la República Dominicana. En el caso de los hijos de los primeros son ellas las más oprimidas y con respecto a los hijos de dominicanos son ellos los más afectados.