Gipuzkoa sigue residiendo en una paradoja. Mientras su población va en aumento al tiempo que envejece, debido principalmente al saldo migratorio positivo que viene registrando en los últimos años y al aumento de la esperanza de vida; la caída de la natalidad experimentada a partir de la crisis económica de los años 80 del siglo XX hace que cada vez haya menos jóvenes. Solo entre 2010 y 2020, el territorio ha visto descender en un 17,5% su cifra de habitantes entre 18 y 34 años, al pasar de 145.000 a menos de 120.000 (119.794) durante esa década. Por el contrario, la población total ha subido un 2,81% en ese mismo periodo, al crecer de 707.263 habitantes a 727.121.

La realidad demográfica más significativa se observa en San Sebastián, que en la segunda década de este siglo ha perdido casi 4.000 jóvenes, un 10,9% de su población en la citada franja de edad, a pesar de que su saldo migratorio positivo en esos diez años supera los 4.200, según el informe ‘Movilidad residencial de la juventud en Gipuzkoa (2010-2020)’ encargado por la Diputación Foral de Gipuzkoa y hecho público ayer por la plataforma Bizilagunekin.

Saldo migratorio de los jóvenes

dentro de Gipuzkoa

Menor de -2.500

De -2.500 a -500

De -500 a -100

De -100 a 0

De 0 a 100

De 100 a 500

De 500 a 2.500

Mayor de 2.500

Sin datos

Conclusiones del informe

2

1

La pérdida de población joven ha sido un hecho generalizado en Gipuzkoa

Ha aumentado

la movilidad residencial juvenil

3

4

Gipuzkoa tuvo un saldo migratorio positivo en la última década

Existen desequilibrios territoriales con respecto a la movilidad de los jóvenes del interior de Gipuzkoa

5

6

San Sebastián recibe población joven de fuera de Gipuzkoa, pero la pierde con respecto al territorio

Los municipios de Bidasoa, Buruntzaldea y Oarsoaldea han recibido población joven

de San Sebastián

7

8

Los jóvenes que habitaban en las principales localidades de las comarcas se han trasladado a municipios

de menos habitantes

La disponibilidad de vivienda es el principal factor a la hora de atraer población joven

GRÁFICO: F.J. BIENZOBAS

El peso de la vivienda. Según señala el citado informe, las dificultades que la juventud encuentra para poder emanciparse solo el 36,0% de la población vasca de 18 a 34 años se ha independizado, debido a la «inestabilidad en el empleo y la falta de acceso a la vivienda», según datos del Consejo de la Juventud de Euskadi (2020), se refleja en los movimientos residenciales que se dan dentro del territorio. El ejemplo más claro vuelve a ser Donostia, que en la última década ha perdido 564 jóvenes en una comparativa «con respecto al resto de municipios». Es decir, son más las personas donostiarras que se trasladan a otras localidades del territorio (5.285) que las guipuzcoanas que se van a vivir a la capital (4.721). Las principales ‘fugas’ de empadronamientos donostiarras han sido a destinos cercanos, especialmente a Oarsoaldea, Buruntzaldea y Bidasoa. Las primeras son las comarcas más cercanas, lo que evidencia que los donostiarras no desean alejarse de su origen, y probablemente muchos de ellos se muevan empujados por una oferta de vivienda más asequible. En este sentido, Bizilagunekin critica que «la turistificación» y un modelo de ciudad «basado en el fomento de los negocios de unos pocos» hacen que «cada vez más donostiarras» vean «negado» desarrollar «un proyecto vital en Donostia».

Movilidad en el territorio
Casi 5.300 donostiarras se han mudado a otros lugares de Gipuzkoa, pero a cambio la capital ha acogido a 4.700
La diáspora de Donostia en Gipuzkoa. En todos los municipios de estas tres comarcas salvo Hondarribia, el número de jóvenes desplazados desde San Sebastián es superior al de quienes hacen el camino inverso. Buruntzaldea presenta un saldo favorable de 457, al haber acogido 1.474 mudanzas desde Donostia, frente a las 1.017 emprendidas en sentido contrario. Con respecto a Oarsoaldea (+408), el censo donostiarra experimenta 1.901 bajas por 1.493 altas. Por municipios, Pasaia gana 195 ‘donostiarras’, Errenteria, 194; Astigarraga, 188; y Hernani, 135.

A Riberas y Txominenea. El estudio también desgrana por barrios los movimientos juveniles dentro de Donostia. Entre los que ganan savia nueva, sobresalen Riberas de Loiola (221 jóvenes), Txominenea (156), Aiete-Morlans (133) y Martutene (61), todas ellas áreas donde el parque de viviendas ha crecido en los últimos años. Por el contrario, pierden los distritos de Ibaeta (203), Gros (181), Egia (133), Centro (89), Ategorrieta-Ulia (84) y Antiguo (81).

Emigración de Donostia
Astigarraga, Errenteria, Hernani y Pasaia son los principales destinos por el menor coste de la vivienda
Astigarraga y Tolosa crecen. El descenso de jóvenes resulta generalizado en el territorio, donde «muy pocos municipios tienen hoy más jóvenes que hace diez años», aunque la caída sea amortiguada por «el saldo positivo de los procedentes de fuera de Gipuzkoa», una tendencia que «es previsible se mantenga en el futuro». Entre las localidades de más población, las únicas que han ganado músculo juvenil son Astigarraga, al pasar de 1.026 jóvenes a 1.231 (20%); y Tolosa, que apenas ha arañado 14 adultos de hasta 34 años y crece de 3.447 a 3.461 (0,4%). También logran un saldo positivo Abaltzisketa, Elduain, Olaberria y Orendain.

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A. L.
Más de 20% de caída. De la marea que pierde jóvenes, destacan municipios de tamaño medio como Elgoibar (-27,4%), Azkoitia (-26,5%), Errenteria (-26,0%) o Arrasate (-22,6%). Entre los pequeños, los más despoblados de savia nueva son Albiztur (-53,8%), Aizarnazabal (-44,8%), Alkiza (-42,5%) o Zegama (-42,1%).

Bajan los referentes de comarca. Entre los flujos que se dan dentro del territorio, localidades con peso en su comarca como Arrasate, Azkoitia, Azpeitia, Beasain, Bergara, Eibar o Elgoibar han perdido jóvenes en beneficio de pueblos de menor tamaño de su entorno. También pasa en localidades como Lazkao, Mutriku, Oñati o Zestoa. Por contra, Alkiza, Beizama, Bidania-Goiatz, Errezil, Ibarra, Idiazabal, Leaburu, Aia, Leintz-Gatzaga u Ormaiztegi, ven cómo la capital de comarca (muchas de Tolosaldea) les birla jóvenes.

Españoles y no europeos. Gipuzkoa capta jóvenes sobre todo del resto de España y de países de fuera de la Unión Europea. El estudio desglosa el caso de Donostia, que recibe 5.910 españoles pierde a 5.190 y 10.858 extracomunitarios ‘exporta’ 6.312.