El pasado 8 de marzo un autobús fletado por el Concello de Lalín, lleno de material humanitario, partía rumbo a la frontera de Ucrania con el objetivo de regresar con docenas de refugiados que buscaban huir de la guerra en su país. Cuatro días antes comenzara un amplio dispositivo de recogida de material para enviar a Ucrania que superó todas las expectativas, y permitió ayudar a los damnificados por un conflicto bélico que se mantiene en el tiempo y trajo al municipio lalinense a más de sesenta personas.

Refugiados ucranianos que fueron por aquel entonces ubicados en pisos del concello y en hogares cedidos por vecinos. Todo un dispositivo de ayuda que fue coordinado por el Concello de Lalín, en colaboración con los colectivos O Mencer, Carabelo, Recycling, Cruz Roja, Desván Municipal y Protección Civil y en el que se brindó todo tipo de asesoramiento a unos refugiados que paulatinamente se fueron adaptando a las costumbres lalinenses.

Sin embargo, no todos siguen residiendo actualmente en la villa. Un par de familias se desplazaron al sur para estar con parientes instalados allí, y algunos optaron por regresar a Ucrania pese a que el país continúa en guerra. La mayoría de los refugiados llegados en marzo, medio centenar aproximadamente, siguen residiendo en el municipio seis meses después; algunos en pleno casco urbano y otros en el rural. Alguna joven pareja ya anunció su intención de quedarse a vivir definitivamente en Lalín, mientras otros ucranianos siguen soñando con el fin del conflicto para poder regresar a ese su país que tanto siguen añorando.