El partido de Marine Le Pen celebra su 50 aniversario sin el patriarca

Medio siglo después de su creación, la formación está más fuerte que nunca y muestra músculo político en la Asamblea Nacional

Canarias 7, Beatriz Juez, 05-10-2022

Un aniversario embarazoso. El partido de Marine Le Pen celebra con discreción el 50 aniversario del Frente Nacional (FN), hoy Reagrupación Nacional (RN), sin la presencia de su fundador, Jean-Marie Le Pen. Medio siglo después de su creación, el partido está más fuerte que nunca y muestra músculo político en la Asamblea Nacional. «De un partido contestario, hemos hecho un partido preparado para gobernar», escribió este miércoles en Twitter Marine Le Pen. La ultraderechista rindió homenaje «a todos los militantes, que, desde hace 50 años, trabajan por la causa nacional», pero no nombró a su padre en el tuit.

Jean-Marie Le Pen, persona non grata desde que fue expulsado por su propia hija del partido en 2015 por sus proclamas antisemitas, no está invitado al coloquio de Reagrupación Nacional que tendrá lugar en la Asamblea Nacional. El patriarca lo celebrará dentro de unos días en una fiesta privada en su mansión de Montretout, en las afueras de París.

El 5 de octubre de 1972, Jean-Marie Le Pen y otras figuras radicales de extrema derecha fundaron el Frente Nacional. Entre sus fundadores había miembros del movimiento político neofascista Orden Nuevo, antisemitas, antigaullistas, colaboracionistas de los nazis y nostálgicos de la Argelia francesa. Jean-Marie Le Pen, que se considera ante todo «un patriota», agitó durante cinco décadas la política francesa con sus salidas de tono y sus proclamas racistas y antisemitas. Cree en «la desigualdad de las razas», considera «un detalle» las cámaras de gas que los nazis utilizaron para exterminar a los judíos y confiaba en que el ébola pudiera «solucionar» los problemas de la inmigración en tres meses.

Le Pen padre, de 94 años, ha sido cinco veces candidato presidencial. El histórico líder de la extrema derecha francesa dio en 2002 la sorpresa al clasificarse para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Fue derrotado con el 17,79% de los votos, frente al 82,21% de Jacques Chirac. En 2011, Marine Le Pen tomó las riendas del Frente Nacional y comenzó una labor de limpieza para expulsar a los elementos más radicales de la formación, suavizar el discurso, barrer bajo la alfombra el racismo y el antisemitismo, hacerlo más presentable de cara a los electores y transformarlo en un partido capaz de gobernar.

«Desdiabolización»
La líder ultraderechista rebautizó en 2018 el partido como Reagrupación Nacional, un cambio de nombre que no gustó al patriarca, que lo calificó como «el golpe más severo que el Frente Nacional ha recibido desde su fundación». Una década de «desdiabolización» parece que ha dado su fruto. Al igual que en 2017, Marine Le Pen logró en abril clasificarse para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Consiguió el 41,5% de los votos frente al 58,5% de Emmanuel Macron, que salió reelegido mandatario. Reagrupación Nacional logró 89 diputados en las legislativas de junio, un récord. La irrupción del candidato de extrema derecha Éric Zemmour en la campaña presidencial contribuyó a ese lavado de imagen. Al lado de Zemmour, Le Pen parecía moderada.

Reagrupación Nacional sigue siendo un partido de extrema derecha, pese a suavizar su discurso de cara a la galería. Frente al liberalismo económico del Frente Nacional, Marine Le Pen apuesta por el proteccionismo y el patriotismo económico. La ultraderechista reivindica ahora la figura del presidente Charles de Gaulle, denostado por su padre por haber renunciado a Argelia.

«Negacionismo, revisionismo, cercanía con exnazis. El Frente Nacional es también eso. Los intentos de desdiabolización no bastarán. La ‘normalización’ jamás lo ocultará», según Renacimiento, el partido de Macron, que ha lanzado una campaña en las redes sociales con el hashtag #50ansdeFHaine (50 años de odio) para recordar a los franceses «de dónde vienen y quiénes son».

En noviembre, Reagrupación Nacional elegirá en un congreso al nuevo presidente del partido. Por primera vez, en sus 50 años de historia, no llevará el apellido Le Pen. El eurodiputado Jordan Bardella y el alcalde de Perpiñan, Louis Alliot, se diputan el puesto. Bardella es novio de Nolwenn Olivier, la sobrina de Marine Le Pen y Alliot fue durante unos años pareja de la líder ultraderechista. Así que, al final, todo quedará en manos del clan.

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