Desalojos “exprés” en asentamientos de migrantes en Níjar meses antes de construir sus viviendas de alquiler

La Junta anunció en febrero una promoción de 62 alojamientos transitorios a precio asequible para acabar con las chabolas y cuya obra terminará en julio de 2023. El ayuntamiento y los juzgados están procediendo a desalojar pequeños asentamientos en los últimos tiempos

El Diario, Javier Ramajo, 06-10-2022

En Níjar (Almería), uno de los municipios andaluces con más asentamientos de temporeros migrantes, se está procediendo en las útimas semanas al desalojo progresivo de las personas que ocupan esos espacios en infraviviendas. El más reciente se produjo el viernes pasado en la pedanía de San Isidro, en concreto en el esqueleto de un edificio sin terminar, y el siguiente se prevé inminente en las chabolas de Cortijo el Uno. Se da la circunstancia de que en una parcela municipal de la barriada Los Grillos se están construyendo 62 alojamientos transitorios protegidos en régimen de alquiler para el realojo de personas que viven en zonas chabolistas. La obra, que cuenta con una subvención de 1’5 millones de euros correspondientes a la tercera convocatoria del Programa de Fomento del Alquiler de la Junta de Andalucía, se inició el 25 de julio y el promotor prevé terminarla en 12 meses, según añaden fuentes de la Consejería de Fomento.
“Son notificaciones personales”, apuntan escuetamente fuentes del Ayuntamiento de Níjar acerca de los requerimientos que les están llegando a las personas inmigrantes. Es el caso de Yousef, residente desde hace tiempo en una chabola anexa al Cortijo el Uno, también en San Isidro de Níjar, a quien le han requerido que desaloje por orden judicial el lugar, notificándole el lanzamiento de la finca el próximo 14 de octubre “si no la desaloja voluntariamente ni se opone a la demanda”, en la que se le pide el abono de más de 20.000 euros de deuda. “Algunas familias de Cortijo el Uno ya se han ido”, aseguran fuentes de organizaciones no gubernamentales que trabajan en el territorio y que, ante la “falta de alternativa real” de alojamiento, denuncian que lo que se está haciendo es “mover a la población de un lugar a otro”, porque luego ellos mismos “buscan otro lugar donde quedarse, en los límites del municipio o donde pueden”.
Dichas fuentes de las asociaciones comentan que se han producido “cinco desalojos exprés similares en los dos últimos meses”, en pequeños asentamientos de unos 15 personas cada uno, y que los servicios sociales del ayuntamiento “están ofreciendo como alternativa su traslado a unas caracolas durante una semana como máximo” en Los Grillos, precisamente cerca de la parcela donde se prevé la construcción de la promoción de viviendas antes citada. En el desalojo del viernes, avanzado por Ideal, el ayutamiento comunicó a los moradores que podían ponerse en contacto con los servicios sociales comunitarios, que estaban “avisados” por si se hacía necesario prestar algún tipo de ayuda o alojamiento o alternativa habitacional provisional.

Inmigrantes empadronados en las chabolas
“Esta práctica de ir acabando con microasentamientos ya se produjo en la vecina localidad de El Ejido”, apuntan las fuentes. El asentamiento de Los Nietos es el más conocido en Níjar y con el que se pretende acabar, según informó la Junta, para realojar a sus más de 200 ocupantes en la promoción de viviendas, aún sin terminar. “Hay ruido de que también lo quieren desalojar”, dicen las fuentes. El municipio nijareño tiene varias zonas más de chabolas en El Cruce, Los Albaricoques o El Nazareno, en las que están incluso empadronados los inmigrantes marroquíes, malíes o senegaleses que en su mayoría trabajan en la agricultura intensiva, principalmente el tomate. Sucede así en el Cortijo el Uno, como se explicaba antes y como ha comprobado elDiario.es Andalucía.

En este Cortijo el Uno viven aproximadamente 60 personas, mayormente documentados, la mayoría hombres pero también mujeres y una docena de menores de edad. Las fuentes de las oenegé explican que “ni hay viviendas de alquiler para todos ni en muchos casos pueden pagarlo”, y lamentan los desalojos “ocultos” en este sentido cuando “no hay alternativa real” ahora mismo y “sin esperar a que se termine la promoción que se está construyendo”.

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