La Guardia Civil ha reanudado hoy con medios aéreos y marítimos la búsqueda en la zona donde ayer fueron localizados una veintena de cadáveres de inmigrantes de origen subsahariano, a unas cuatro o cinco millas de Melilla.

Fuentes de la Delegación del Gobierno en Melilla han informado de que el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS), junto con el helicóptero del Cuerpo, han salido al amanecer de sus bases en la ciudad autónoma para participar en el dispositivo de búsqueda en apoyo a las patrulleras marroquíes. El instituto armado colabora, de esta forma, en el rastreo de la zona del naufragio, situada en aguas de competencia de Marruecos, cerca de la costa de Melilla, sin que se hayan producido novedades por el momento, indican las mismas fuentes.
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Según ha informado en Twitter la activista de la ONG Caminando Fronteras Helena Maleno, se trata de 21 personas fallecidas que viajaban en una patera con destino a Melilla, en la que iban en total 47 inmigrantes. “Por el momento no se confirman supervivientes”, ha apuntado Maleno en la misma red, donde ha calificado lo ocurrido como una tragedia y ha dado el pésame a las familias de los inmigrantes fallecidos.

Los cadáveres de los inmigrantes fueron avistados ayer por el buque Sorolla, de la compañía Trasmediterránea, poco después de salir del puerto de la ciudad autónoma rumbo a Almería a las tres de la tarde. Media hora después, el transbordador avistó a unas cuatro o cinco millas de navegación una veintena de cuerpos flotando en el mar, por lo que dio aviso a Salvamento Marítimo y se activó un protocolo de actuación, en el que participó el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS). Una vez en la zona donde fueron localizados los cadáveres, la Guardia Civil prestó colaboración a las patrulleras marroquíes, que acudieron al lugar al tratarse de aguas de su competencia. Las autoridades de Marruecos se hicieron cargo de los cuerpos.

Debido a las corrientes y al estado de la mar, las autoridades de ambos países determinaron la necesidad de rastrear la zona de forma más amplia, por lo que dos embarcaciones del GEAS siguieron cooperando en la localización de los cuerpos en un dispositivo que se alargó hasta entrada la noche. Cuando el GEAS de la Guardia Civil retornaba ya a su base en Melilla, avistó el cuerpo de otro varón subsahariano flotando, que los agentes extrajeron del mar y trasladaron hasta la ciudad autónoma.