a xenofobia podría contaminar las próximas elecciones generales italianas. Macerata, una localidad del centro de Italia, vivió ayer momentos de pánico tras presenciar cómo un hombre abría fuego desde el interior de un coche Alfa Romeo de color negro y hería a seis personas, cinco hombres y una mujer, todas de origen africano, y de las cuales una se encuentra en estado grave. Tras lo sucedido, según la prensa italiana, las autoridades buscaban a dos personas: el conductor y el copiloto del vehículo que habría abierto fuego en el centro de la ciudad, concretamente en la vía Cairoli, la vía Spalato y la vía dei Velini, la misma zona en la que hace una semana apareció descuartizada en dos maletas Pamela Mastropietro de 18 años. La Policía italiana detuvo a un nigeriano como presunto autor. Dos horas después de lo sucedido, el Ayuntamiento a través de su cuenta de Facebook informaba de la detención del autor de los disparos, Luca Traini. Un italiano de 28 años vinculado a la extrema derecha y candidato a las elecciones municipales de Corridonia en 2017, con el partido xenófobo Liga Norte.

Traini, habría dejado su ciudad natal, Tolentino con la intención clara de dirigirse a Macerata. Durante el trayecto, se habría parado en un bar de carretera para tomarse un café y le habría dicho al camarero: «Ahora voy a Macerata y voy a matar». Tras cometer los disparos, el joven, quien no opuso resistencia en su detención, habría parado el coche voluntariamente en la céntrica Piazza della Vittoria, se habría bajado del automóvil ataviado con una bandera italiana atada al cuello, y habría hecho un saludo fascista al grito de «Larga vida a Italia» frente al monumento a los caídos. Al parecer, según medios italianos, se trata de una persona con una situación familiar complicada. Crecido sin padre, ya que lo abandonó a corta edad, y con una problemática relación con su madre que lo entregó a su abuela. Según personas cercanas a él, se trataba de un chico problemático, sin trabajo y con unos ideales extremistas que en más de una ocasión le habían traído problemas. Además, había frecuentado ambientes cercanos a los partidos neofascistas de Forza Nueva y Casa Pound, antes de vincularse con la formación xenófoba de la Lega Nord.

En las horas sucesivas al atentado, el alcalde de Macerata, Romano Carancini pedía a los ciudadanos a través de las redes sociales que se quedaran en casa y en los trabajos hasta que se esclarecieran los hechos. «Hay un hombre armado en un automóvil que está disparando a los transeúntes. Pedimos a las escuelas que mantengan a los niños dentro hasta nuevo aviso». En el trascurso de la mañana, el alcalde cancelaba el toque de queda y pedía desde la misma plataforma a la población que estuviera tranquila.

Venganza xenófoba

Una de las hipótesis que barajan las autoridades italianas sería una posible venganza por el asesinato de Pamela Mastropietro en manos de un inmigrante nigeriano, actualmente detenido, a pesar de que el abogado y tío de Pamela ha advertido que no existe relación alguna entre ambos. Horas antes del tiroteo, en la cuenta de Facebook de la madre, Alessandra Verni, se podían leer comentarios racistas donde se pedía venganza por el asesinato de la joven. «Debe morir, no merece vivir», «bastardos lo pagarán», «lleva a la pena de muerte» eran algunos de los comentarios que se podían leer en el tablón de la red social. Por su parte y tras las constantes manifestaciones de odio que se están sucediendo en la localidad tras el sonado caso del asesinato de la joven, el alcalde de Macerata ha declarado que «lo que está ocurriendo es inaceptable», por lo que ruega a la población «dejar a un lado el odio» y el racismo.

A media tarde de ayer, el ministro del Interior, Marco Minniti, se trasladaba a Macerata para asistir a una reunión del comité provincial para el orden y la seguridad, donde aprovechó para declarar que «la violencia no puede ser la respuesta a la tragedia [refiriéndose al caso de la joven]»