El autor del tiroteo racista quería vengar a una joven asesinada por un nigeriano

La Policía se incautó en la casa del ultra de un ejemplar de 'Mein Kampf' y un manual sobre la República Social Italiana instaurada por Mussolini

Diario Sur, DARÍO MENOR, 05-02-2018

roma. Masacre con el agravante de racismo. Ese es el principal delito al que se enfrenta Luca Traini, el ‘cabeza rapada’ de 28 años que el sábado dejó seis jóvenes inmigrantes heridos al disparar contra los subsaharianos que encontró por la calles de Macerata, una tranquila ciudad de la región italiana de Las Marcas (centro del país). El ataque causó una gran conmoción en Italia, pues se produce en plena campaña para las elecciones generales del 4 de marzo. La llegada masiva de desplazados y refugiados en los últimos años a través del Mediterráneo constituye una de las mayores preocupaciones sociales para una parte de los italianos. La coalición de partidos de derecha formada por Forza Italia, la Liga y Hermanos de Italia, que los sondeos dan por favorita, espolea ese sentimiento con mensajes xenófobos y promesas de mano dura frente a la inmigración.

Militante de la Liga y de ideología fascista, Traini se encuentra recluido en una prisión donde curiosamente también está encarcelado Innocent Oseghale, el nigeriano acusado del homicidio de Pamela Mastropietro, una joven de 18 años cuyo cuerpo fue desmembrado y guardado en dos maletas halladas el pasado miércoles en un foso situado a las afueras de un pueblo cerca de Macerata.

El neonazi confesó que fue la rabia generada por el asesinato de la muchacha lo que le llevó a ponerse a disparar contra todos los negros que encontró. Según los investigadores, el ‘cabeza rapada’ no conocía personalmente a la joven, a Oseghale, ni a ninguno de los seis subsaharianos (cinco hombres y una mujer) que dejó heridos. Todos tienen entre 20 y 30 años y son de Malí, Gambia y Nigeria. El que se encuentra más grave es un nigeriano al que una bala le perforó el tórax.

«Estaba en el coche camino del gimnasio cuando escuché por la radio la enésima historia de Pamela. Volví a casa, abrí la caja fuerte y agarré la pistola», contó a los carabinieri, según los medios locales. En su declaración se mostró lúcido y no mostró señales de estar arrepentido ni de tener remordimientos. Cuando lo sacaron de la comisaría, el joven lució una expresión desafiante ante los medios, a los que no quiso hacer declaraciones. En la prisión fue ingresado en régimen de aislamiento en un módulo donde no hay reclusos de raza negra.

Michele Roberti, comandante provincial de los Carabinieri de Macerata, consideró en Rai News 24 que lo que hizo Traini fue el «gesto de un loco» y aseguró que actuó solo y sin ayuda de ninguna organización. El ministro de Interior en funciones, Marco Minniti, explicó que la motivación del ataque es «una evidente cuestión racial». Los agentes se incautaron en la casa de Tolentino donde Traini vivía con su madre de un ejemplar del libro ‘Mein Kampf’, la ‘biblia’ ideológica del padre del nazismo, además de un manual sobre la República Social Italiana instaurada por Benito Mussolini, impulsor del fascismo.

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