Balmaseda – Balmaseda reedita, hasta el viernes, la semana municipal de la interculturalidad, que va camino de cumplir una década desde que naciera el programa que busca acercar a las personas y romper prejuicios de raza. El Área de Inmigración ha confeccionado un amplio abanico de actividades del que podrán disfrutar vecinos de diferentes edades y nacionalidades y persigue proporcionar un punto de encuentro que fomente la convivencia, “uniendo culturas y aprendiendo los unos de los otros”, señalan desde el Ayuntamiento.

El hilo conductor del programa serán los sabores exóticos como representación de las formas de vida que se darán a conocer. A lo largo de toda la semana el recibidor del Klaret Antzokia albergará una exposición sobre “mandalas confeccionadas por mujeres de diversas nacionalidades”.

Hajar Samadi, perteneciente a la Asociación Bidaya, hablará hoy desde las 18.30 horas en la kultur etxea sobre las mujeres musulmanas con la idea de mostrar su realidad y rebatir los prejuicios que pesan sobre su cultura. El miércoles Raquel Sanz, componente de la agrupación de mujeres Wayra llevará la voz cantante de una sesión de cuentacuentos a partir de las 17.30 horas.

A esa misma hora, pero el día 9 en la plaza de San Juan se repartirán pastas árabes y té y se instalará un photocall a favor de la diversidad “donde todas las personas que quieran podrán fotografiarse y subir las imágenes a la red etiquetándose con el hashtag #BalmasedaIntercultural”, precisan desde el Consistorio. La jornada concluirá con una kalejira al ritmo de batucada.

La semana de la interculturalidad ofrece a los residentes originarios de otros países que se han afincado en Balmaseda la oportunidad de acercarse a la realidad local en un contexto este año más apropiado que nunca. Y es que la villa encara la renovación de su plan de inmigración.

El Ayuntamiento desea que la nueva herramienta de referencia para la población extranjera entre en vigor antes de que termine el año. Reflejará la evolución que ha experimentado la localidad desde que se aprobó el anterior plan. Técnicos de los diversos departamentos municipales y los propios vecinos a través de foros, reuniones y correo electrónico han podido realizar sus aportaciones al futuro plan.

Según los últimos datos que maneja el Área de Inmigración de la villa encartada, “si sumamos comunitarios y extracomunitarios la población extranjera de Balmaseda asciende a unas 600 personas”. En cambio, “si tenemos en cuenta el país de origen, habría que contabilizar entre 200 y 250 personas más, ya que muchos poseen la nacionalidad española, que es la que consta en el censo”. Cuando se establecen en la villa sus principales preocupaciones giran en torno a “educación, sanidad, alquiler de pisos y posibles empleos”.