PARTIDO SOCIALISTA

ELECCIONES 27-M: Zapatero promete ser «implacable» con las mafias de la inmigración ilegal

El jefe del Ejecutivo advierte de que no consentirá que nadie trabaje «en fraude» Pide el voto para acabar con los «gobiernos en la sombra» de los intereses económicos

Diario Sur, P. DE LAS HERAS, 20-05-2007

José Luis Rodríguez Zapatero será «implacable» con las mafias de la inmigración ilegal. Así lo aseguró ayer el presidente del Gobierno durante un mitin en Las Palmas de Gran Canaria, donde quiso enfatizar que los inmigrantes, que son «bien recibidos», tienen que venir «con empleo, con trabajo y legalmente» y que los que no lo hagan, serán «repatriados».

La ‘O’ de ‘obrero’ en las siglas del PSOE aún significa algo. Zapatero lleva una semana tratando de sacarle todo el jugo político para movilizar a las izquierdas el 27 – M. Las Palmas no fue una excepción. El jefe del Ejecutivo presentó a su partido como el defensor de los más débiles, dentro y fuera de España, presumió de su política de inmigración y anunció una cruzada contra la corrupción. «Hay que poner fin a la etapa de los gobiernos en la sombra, de aquellos que creen que la riqueza y los beneficios pueden dominar la política», denunció.

Los socialistas están satisfechos con Canarias. Todas las encuestas indican que pasará de tercera a primera fuerza política y que Juan Fernando López Aguilar será presidente de las islas si logra un pacto. Las claves de su éxito están, a su juicio, en el tirón del ex ministro de Justicia, pero también en los escándalos urbanísticos y las corruptelas políticas que han salpicado en los últimos meses a sus dos principales rivales. De ahí que Zapatero insistiera en que el PSOE hará que gobiernen «los ciudadanos» y lo hará a «plena luz».

Ley del Suelo

«El PP – aseguró – sólo quiere que el suelo sea una jungla, que se pueda construir donde se quiera». La negativa de los populares a respaldar la Ley del Suelo, votada en el Congreso apenas un día antes del arranque de la campaña, sirvió al presidente del Gobierno para asegurar que hay políticos que «sólo se sirven a sí mismos»; los mismos que acusan al Gobierno de utilizar a la Fiscalía electoralmente para hacer aflorar casos de corrupción allá donde interesa al PSOE. «Es intolerable», exclamó. Zapatero defendió a López Aguilar como el adalid de la limpieza «un hombre – dijo – que se ha hecho para la ley y lo ha hecho brillantemente como ministro de Justicia» y que «sólo quiere servir a los ciudadanos».

Entre los más humildes, el jefe del Ejecutivo situó también a los inmigrantes. Los socialistas aseguran que lejos de perjudicarles, las oleadas de clandestinos a sus costas han permitido visualizar que el Gobierno repatría y deriva a la península con rapidez. «Ellos – asegura una portavoz del Ejecutivo – no sufren la presión migratoria». Ni Coalición Canaria ni el PP están de acuerdo.

Zapatero trató de combinar un discurso de apertura con uno de firmeza. «Quienes vienen de fuera son bienvenidos, pero tienen que venir con empleo, por ellos y por todos», subrayó. Defendió así la regularización efectuada en 2005 y duramente criticada por el PP, y por algún país europeo, que veían en ella el peligro de un ‘efecto llamada’. «Ahora están callados porque están haciendo esas regularizaciones Estados Unidos, Alemania y Holanda», subrayó. Advirtió de que este país «no puede permitir que la gente trabaje en el fraude para beneficiar a unos pocos» y aseguró que no lo consentirá. HOY I Zapatero interviene en un acto en Sevilla junto a Chaves.

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